La Opera Real aspira a ser un hito cultural del sultanato de Omán

AGENCIA EFE 06/12/2010 15:22

Así lo aseguró el director de este proyecto operístico, Hamid Abdala al Gazali, que explicó a Efe que el diseño del edificio combina técnicas occidentales con detalles de la arquitectura islámica y materiales constructivos locales como "la rosa del desierto", que recubre el edificio principal dotándolo de un característico color blanco.

"La arquitectura recuerda el diseño de las fortificaciones omaníes", asegura Al Gazali, que explica que hasta su inauguración no se podrá apreciar en su totalidad la belleza de este gran centro cultural.

Llevado a cabo por iniciativa del sultán Qabus ibn al Said, su inauguración estaba prevista para estas fechas, coincidiendo con el 40 aniversario de la llegada al poder del jefe del estado, que derrocó a su padre en julio de 1970.

No obstante, la ambición del proyecto y los cambios introducidos en él obligaron a retrasar su inauguración definitiva hasta octubre de 2011, confiesa el director del proyecto.

Este inconveniente no ha impedido que este año arranque una temporada de música, danza, teatro y ópera auspiciada por la institución de la Casa Real de la Ópera.

Como alternativa a este gran edificio levantado en la zona de Shati al Qurm, a pocos metros de las aguas del mar de Omán, el auditorio del hotel Bustan Palace y el teatro del hotel Shangri-La se encargan de acoger las 16 actuaciones programadas para esta temporada.

La sala principal de la ópera, diseñada como un edificio polivalente, contará con el mayor escenario de Oriente Medio y tendrá una capacidad para 1.100 personas, según información facilitada por este organismo.

Pero además, el complejo, en el que en la actualidad se puede contemplar una ferviente actividad de trabajadores, albergará una pequeña sala de teatro -"La Caja Negra"- que dará cobijo a las artes emergentes en el país, una galería de arte, e incluso un centro comercial con varios restaurantes, según indicó Al Gazali.

El objetivo de su construcción no es sólo enriquecer la cultura omaní, sino también favorecer el turismo.

"Dos en uno", comenta Al Gazali, antes de subrayar que "la cultura es el principal medio de comunicación con otras culturas".

Y es que la construcción de la Casa Real de la Ópera se une a otros grandes proyectos del sultanato, como la promoción de un turismo de élite, o el lanzamiento de zonas industriales o de libre comercio, que pretenden sacar a este país del aislacionismo que lo ha caracterizado durante décadas y favorecer, también, la diversificación de una economía basada en el petróleo.

Un ejemplo de la polivalencia de la que pretende hacerse eco la Casa de la Ópera han sido las cuatro primeras actuaciones que inauguraron la temporada musical: desde la Orquesta de Cámara de Praga hasta la compañía de flamenco de Antonio Najarro, pasando por el intérprete de laúd iraquí Nasir Shama y la cantante egipcia Amal Maher.

La construcción del edificio, cuyo proyecto principal fue adjudicado en 2004 a la empresa anglo-estadounidense WATE, comenzó a mediados de 2007 y actualmente alrededor de 1.500 obreros intentan cumplir con los nuevos plazos.

El responsable de su construcción también quiso destacar "la gran calidad de la acústica" de la Ópera, que para él será "una de las mejores", una afirmación que aún tendrá que esperar casi un año para poder ser verificada.

Jorge Fuentelsaz