El piano de Dorantes se hace más flamenco y universal

AGENCIA EFE 23/09/2010 07:40

El músico de Lebrija, miembro de uno de los linajes gitanos con más historia en el cante flamenco, ha presentado su nuevo trabajo musical en el Teatro de la Maestranza, que lo ha despedido puesto en pie después de dos horas de concierto que han transportado al auditorio a las calles desconchadas de La Habana Vieja, la medina laberíntica de Tetuán, el Mar del Plata y la luminosa Lebrija.

Así pues, este viaje instrumental ha comenzado con un bellísimo solo de Dorantes al piano, que ha interpretado unas bulerías que han sonado tan flamencas como contemporáneas. La cantaora sevillana Esperanza Fernández ha rematado la escena con unas granaínas muy aplaudidas por el patio de butacas, y ha dado paso a un intenso diálogo musical con un nutrido grupo de músicos.

Pero como no podía ser de otra manera, el periplo ha realizado su primera parada en Lebrija, y para certificar la flamencura de su piano, David Peña Dorantes ha querido mostrar sus credenciales familiares con la presencia en el escenario de su padre, Pedro Peña, que ha cantado junto a su hijo por soleá.

Y de ahí a La Habana. El contrabajista cubano Yelsi Heredia -aplaudidísimo, brillante y virtuoso- ha sabido llevar su instrumento hacia el flamenco, con un compás que tanto Heredia como Dorantes han culminado con una bella guajira que ha devuelto a Esperanza Fernández al escenario.

También se ha atrevido Dorantes a introducir un bandoneón -en las manos del célebre músico argentino Marcelo Mercadante- en el cante por alegrías de Rafael de Utrera; y de llamar al violín del marroquí Faisal Kourrich, y de ir sumando adhesiones hasta que todos los músicos, incluidos el contrabajista francés de Renaud García-Fons y el guitarrista Pedro María Peña, han convertido el espectáculo en un diálogo musical de impecable factura que ha coordinado con destreza el piano del de Lebrija.

Tras este alarde de virtuosismo y entendimiento entre instrumentos de muy distinta naturaleza, Dorantes ha continuado incansable para dar la bienvenida al último invitado de la noche. El cantaor cordobés El Pele, rotundo y muy jondo, ha cerrado dos horas de concierto con unas bulerías que han levantado al público de sus butacas.

Este viaje musical que propone la obra 'Sin muros!' forma parte de la reivindicación personal de Dorantes por la coexistencia pacífica entre los pueblos, de tal modo que ha cerrado su espectáculo con la proyección sobre el escenario de la siguiente frase: "Yo quiero un mundo sin fronteras, donde todas las puertas estén abiertas".

Los grandes ausentes de la noche han sido los cantaores Juan Peña El Lebrijano -tío del pianista- y el jerezano José Mercé, anunciados ambos en el programa, pero que finalmente no han aparecido sobre el escenario.