Piden rango de Secretaría de Estado para el Instituto Cervantes en el 18 aniversario

AGENCIA EFE 31/03/2009 12:18

Lafuente hizo esta reflexión al final del debate suscitado en el transcurso de una mesa redonda en la que participaron todos los ex directores del Instituto Cervantes a excepción del actual ministro de Cultura, César Antonio Molina, quien justificó su ausencia del acto por "problemas de agenda" y al encontrarse en Las Palmas de Gran Canaria.

En la mesa redonda organizada por el Cervantes para celebrar su mayoría de edad estuvieron Nicolás Sánchez-Albornoz (director del IC entre 1991 y 1996); Santiago de Mora-Figueroa (1996-1999); Fernando R.Lafuente (1999-2001); Jon Juaristi (2001-2004); César Antonio Molina (2004-2007); y la actual directora, Carmen Caffarel, quien asumió el cargo en 2007.

Ninguno de los presentes quiso responder a la pregunta de si prefieren que la institución dependa orgánicamente del Ministerio de Cultura o de Exteriores y, entre risas, aseguraron que previamente habían pactado responder a esa pregunta con que "Florentino va a ser el presidente del Real Madrid".

Según Caffarel, la polémica por la dependencia del Cervantes de un Ministerio u otro "no es real", y recordó que la institución está presidida por los Reyes y que el presidente del Gobierno es el presidente ejecutivo de su Patronato.

"Esa es la imagen que queremos dar fuera", aseguró Caffarel, quien se mostró orgullosa de la representación de España que el Cervantes lleva a todo el mundo, así como de la labor "de Estado" que realiza.

Jon Juaristi bromeó al señalar que "mientras no lo transfieran al Ministerio de Defensa, vale cualquiera".

Por su parte, su antecesor en el cargo, Fernando R. Lafuente, quiso abrir un debate para el futuro, al que no tuvieron tiempo de responder el resto de ex responsables del Instituto, al señalar que "si se quiere premiar al Cervantes por su mayoría de edad, prémiesele dotándole de mayor peso político, más voz y, sobre todo, más presupuesto", concediéndole rango de Secretaría de Estado.

En la mesa redonda, Santiago de Mora-Figueroa consideró que la imagen cultural que España trasmite al exterior no es la más adecuada "y no se corresponde con la realidad", al ser una imagen de "mucho Unamuno y poco Ortega", y se preguntó también si es lícito usar lenguas que no sean el español para difundir la cultura española.

Todos coincidieron en que el debate sobre la imagen exterior de España que se quiere trasmitir está pendiente, alguno consideró que iconos como Nadal o Pau Gasol están bien "pero son efímeros", y pusieron de manifiesto cómo Italia ha sabido tirar del arte para transmitir su imagen exterior.

Todos coincidieron en que un director tras otro ha ido "sumando y no restando" al proyecto del Cervantes y a su expansión por el mundo, así como en que la institución debe perdurar y continuar la labor de propagación de la cultura española que desarrolla, y su primer responsable, Nicolás Sánchez-Albornoz, se congratuló de que la línea seguida "no se haya rectificado" nunca.

Jon Juaristi puso la nota discordante al asegurar que el cambio de políticos "siempre afecta a las instituciones", y también al Cervantes, aunque reconoció que siempre se ha reconocido como "un instrumento decisivo de política exterior" y que todos se han esforzado en añadir a la gestión del anterior "con independencia de las adscripciones políticas".

Fernando R. Lafuente hizo un llamamiento a las entidades privadas para que colaboren con el Cervantes, petición a la que se unió Caffarel al considerar que "de esa forma también se ayudan ellas en el exterior: somos buenas compañeras de viaje".