Las pieles, las plumas, el ganchillo y los encajes son para el verano

INFORMATIVOS TELECINCO / AGENCIAS 21/09/2010 00:00

Andrés Sardá estrenó la pasarela con una línea en la que el diseñador catalán y su hija Nuria no han dudado en recurrir a las pieles y los chubasqueros combinados con botas altas de agua. Inspirada en el mundo del fotógrafo australiano de origen alemán Helmut Newton, famoso por sus imágenes de seductoras amazonas en los ochenta, la colección de Sarda es rica en contraste de tonos y materiales, con el blanco y el negro como colores casi únicos.Entre las principales novedades, la firma apuesta por la supresión de los aros en sujetadores, manteniendo las copas, así como una línea más escotada del bajo de las piezas para estilizar la figura. Al blanco y el negro, colores centrales de la colección, se unen el coral, turquesa y frambuesa, aunque en pequeñas dosis, mientras que la firma introduce una línea de estampados urbanos en una rica gama de grises, así como otra de rayas y topos en su versión vintage más sesentera.

Si durante el día los reyes de la colección son las gasas, las transparencias y los volúmenes etéreos, al caer la noche el toque de glamour lo aportan las plumas y los cristales, en una colección cuya línea principal cuya seña de identidad es el diálogo entre lo masculino y lo femenino.

El madrileño deja el blanco roto para la mañana, con trajes chaqueta de faldas asimétricas que van adquiriendo pinceladas de naranja y cadmio y diferentes tonalidades de azules en piezas en las que destaca un colorido encordado, ya sea en el pecho o en la espalda. Del Pozo no olvida en esta colección las características texturas rústicas de la casa, en lino y seda, que dan forma a vestidos en la gama de los tierra, de corte muy urbano y "sport".

Los piqués de algodón de gran relieve y los "pailletes" aportan luminosidad a los vestidos y faldas de la colección, salpicada de diminutos bordados, en la que se crean volúmenes inesperados con la ayuda de nudos y frunces. No obstante, la principal nota de color Palacio la aporta con el calzado, unos altísimos "peep toes" de lengüeta subida en fuertes tonalidades.

Para el día, Duyos propone vestidos sueltos, que no llegan a la rodilla, sin mangas y fusionando los colores amarillo, blanco y marfil. Las prendas para el día suelen ser holgadas, pero el diseñador las combina con pantalones ceñidos. Otra de las prendas estrella de la colección son los pantalones de campana, muy anchos, que se llevan con blusas o bien alargadas y desenvueltas, o bien con camisas de tonos transparentes y más ceñidas al torso. Los pantalones y las camisas, uno de los ejes centrales de esta colección, poseen la nota predominante del cinturón estrecho, para remarcar la cintura y realzar la feminidad de la mujer. Además, faldas, sobretodo cortas, zapatos de generoso tacón, pájaros estampados... moda para todos.

En la mujer los pantalones se presentan o bien con formas abombadas, muy anchos, o bien con formas ceñidas a las piernas.En contraposición a los colores planos de la primera mitad de la colección, Ana Locking ha elegido los estampados barrocos, muy recargados. Es la segunda vertiente de su repertorio. Aparecen fusionados los colores pistachos, los cobre, los dorados y los azules eléctricos. Otro elemento sobresaliente de la diseñadora son las transparencias: la mayoría de ellas de encaje, ofrecen un elemento más de erotismo y sensualidad en la colección, pues dejan entrever la ropa interior. Las transparencias aparecen tanto en blanco como en negro, a imitación de faldas cortas o alargadas.

A Sardá le siguió en la pasarela Jesús del Pozo, de cuya colección se aplaudió sobre todo sus creaciones de inspiración greco-romana, repletos de drapeados, así como sus sugerentes vestidos de noche, que se acortan hasta transformarse en bodys.

Para la noche deja tonos más fuertes como el morado, con atractivas capas, mientras que en las horas centrales del día introduce las superposiciones de distintos tejidos dentro de una misma prenda.

Miguel Palacio ha dejado en segundo lugar la comodidad de las prendas frescas para el verano , poniendo el acento en tejidos rígidos y acartonados, tipo neopreno, con la intención de crear una estructura compacta. Jugando al contraste, Palacio -a cuyo desfile asistió Simoneta Gómez Acebo-, combina este tipo de algodón negro grueso, que utiliza en vestidos y chaquetas de corte redondeado, con tejidos más fluidos como la seda, con la que da forma a vaporosos vestidos en los que introduce distintas tonalidades de naranja, rojos y bordados de flores.

La tarde la inauguraba Duyos, que ha presentado un retorno a la moda de los años sesenta. El diseñador despliega una mujer sencilla, femenina, que no renuncia a la sensualidad. Casi todos los diseños eran teñidos de tonos pastel, combinados con acentos frescos de color amarillo sol y dorado. Las modelos, entre las que desfilaron tres mujeres de avanzada edad que despertaron oleadas de aplausos por el público, estaban casi todas ellas peinadas con grandes recogidos cardados hacia arriba que volvían a resucitar la moda de los años sesenta.

Ana Locking, por su parte, ha apostado por una mujer de carácter fuerte, dueña de su destino, evocando para ella tanto un romanticismo gótico como una clara reminiscencia selvática en sus diseños. Por lo tanto, la colección de Ana Locking se divide en dos vertientes. En la primera de ellas nos presenta vestidos de colores rojo sangre y negro.

El diseñador Francis Montesinos sube a la pasarela a un hombre y a una mujer de lo más hippies, en una colección llamada Ibiza, en la que quiere retratar su esencia 'Flower Power'. Francis Montesinos ha realizado para este año una extensa muestra en la que evoca la magia del mediterráneo y de andalucía, fusionándola a la vez con una mujer sensual. Nota predominante de la colección son los vestidos, de forma suelta, en los que reinan los colores blanco y negro. Para el hombre, Francis Montesinos apuesta por la comodidad: pantalones cortos y alargados de lino blanco, negro o azul marino y camisetas de aspecto sedoso. Vestidos con mucho volante, ganchillo, transparencias, claveles, fucsia y azul, margaritas y pamelas. Eso ha sido Montesinos.

La pasarela la cerraba Ailanto. Los dos diseñadores remarcan la belleza de la naturaleza para hacerla resplandecer en la mujer en la temporada primavera- invierno de 2011. El motivo principal de Aitor e Iñaki Muñoz, Ailanto, ha sido ensalzar la belleza femenina a través de formas y colores que recrean una atmósfera silvestre y forestal, llena de sombras de hojas, tonos de bayas y musgo. El colorido es muy extenso: frambuesa, marrón barro, rosa empolvado, piedra mojada, gris ceniza y humo. Blusas y pantalones estampados, monos, transparencias, vestidos brillantes, y plumas y fresas. Este martes, más moda.