El Pompidou de Málaga invita a descubrir el universo creativo de Frida Kahlo con una exposición-taller

EUROPA PRESS 04/02/2016 17:26

Tras su paso por México, Liverpool y París, esta producción conjunta entre el Centre Pompidou de París y el Ministerio de Cultura del Estado de Guerrero (México) llega a Málaga con entrada libre y gratuita para todos los públicos, pero especialmente dirigida a niños de entre cinco y 12 años.

'Frida y yo' ocupa por completo el Espacio Público Joven con una serie de dispositivos de juego interactivos, con los que los visitantes podrán crear, experimentar y observar a partir de algunos de los temas más importantes para Frida: la familia, el autorretrato, la naturaleza, el dolor, los viajes, París y Diego Rivera, tal y como han presentado este jueves la concejala de Cultura, Gemma del Corral, y el director adjunto de Programación del Pompidou de París, Patrice Chazottes.

Los participantes tendrán la ocasión de reflexionar sobre la identidad, la cultura y la representación artística de las realidades particulares. 'Frida y yo' propone al público realizar un recorrido libre y poético por el universo de la artista mexicana.

La escenografía de 'Frida y yo' propone una reinterpretación contemporánea de las fuentes de inspiración de la artista: diosa madre, máscaras de ancestros, ídolos, exvotos y colores.

La Casa Azul, donde la artista se crió, sirve de hilo conductor y es una ventana abierta hacia la historia de Frida y el universo colorista y mágico de México.

Esta propuesta ha sido comisariada por Odile Fayet e Isabelle Frantz-Marty, del Centre Pompidou de París, en colaboración con Deidré Guevara, del Instituto Guerrerense de la Cultura. El diseño escenográfico ha sido realizado por Les Sismo Designers.

FRIDA KAHLO Y EL POMPIDOU

En 1939 los museos franceses fueron los primeros del mundo en adquirir una obra de Frida Kahlo. La institución gala es el único centro de Europa que posee una obra de la artista, que ahora se exhibe en el Centre Pompidou Málaga.

'The Frame' (1938) está formado por una lámina metálica, una pintura bajo vidrio y una moldura roja. El autorretrato propiamente dicho está pintado sobre una fina hoja de aluminio, rayada para facilitar la adherencia de la materia pictórica.

La artista sólo pintó el centro de la lámina, de modo que su cara y el fondo azul del que irradia quedan enmarcados por la pintura bajo vidrio, rodeados de una zona de reserva sin pintar.

Esta pintura bajo vidrio es una producción artesanal realizada en el pueblo de Juquila, próximo a Oaxaca. Estaba destinada a enmarcar un espejo, un retrato fotográfico o una imagen religiosa.

Aquí Frida Kahlo planificó esmeradamente la reutilización del vidrio pintado. Su intención, sin duda, era que su rostro apareciese en segundo plano, en una abertura de la frondosa decoración, cuya exuberancia cromática y ornamental sustituye a los accesorios de los que solía rodearse.