Cabizbajo, con unas gafas de sol puestas y sentado en una silla de ruedas llevada por una señora, la saeta rubia no ha querido hacer declaraciones cuando se le ha preguntado por su salud y por la revisión de la que llegaba.
Con la mano en el mentón, parecía pensativo. Y es que posiblemente el recordarle la ausencia de su ex pareja, Gina, con la que llegó a estar prometido, le haya removido la conciencia.
Y es que la costarricense volvía a su país hace unos meses tras la ausencia de noticias de la estrella del fútbol desde que está siendo cuidado por sus hijos y que según ella "son los hijos son los que le mantienen alejado de mí".
Acompañada por su hija Silvana quien no ha querido hacer ninguna declaración, la saeta rubia se dejaba arrastrar en la silla de ruedas con aires de tristeza.