Acompañando las imágenes, un mensaje claro "#legalizeit". Además, ha añadido: "I'm just a girl...#Amsterdam".
Sin duda alguna, su gira europea está pasando de todo menos desapercibida y este episodio se suma a las otras polémicas que están haciendo que la gira de la cantante por los distintos países sea más sonada por sus anécdotas que por sus conciertos.
Microfonazos, carteles de su promoción censurados, bailes eróticos o llegar dos horas tardes, son solo algunos de los ejemplos de que a Rihanna no le importa en absoluto ser el punto de mira de muchos.
Tal vez, el exceso de confianza que tiene Rihanna con sus seguidores no sea nada bueno, ya que una buena parte de sus fans son adolescentes y puede que lleguen a pensar que consumir esta droga es algo completamente normal, sin tener en cuenta sus consecuencias.