CHANCE: Rosa María, día triste.
Rosa María Calaf: Sí, muy triste. Sabíamos que iba a llegar porque ya estaba enfermo, estuve con él hace unos meses. Ignacio era admirable su manera de encarar de vivir cada día. Siempre acababa consiguiendo sacarte una sonrisa y lo que me siento es muy afortunada de haber podido compartir algunos ratitos de mi vida que han coincidido con los suyos y le recordaremos.
CH: ¿Qué destacarías de su persona?
R.M.C: Como persona era su manera particular de enfrentarse a los momentos buenos y malos y ayudarte a que te enfrentaras también. Cuando eran momento malos superarlos mejor y eso es muy de agradecer. La verdad que le recordaré siempre por eso.
CH: Muy duro luchar contra una enfermedad día a día.
R.M.C: Lo tremendo cuando sabes que tienes cáncer, afortunadamente se ha avanzado mucho, muchos salen y otros se quedan y si vas a ser de unos o de otros, no lo sabes hasta el último momento.
CH: Para eso la familia fundamental.
R.M.C: El apoyo es muy importante, es cuestión de ánimo y los amigos están para eso, para estar ahí cuando les necesites, sin agobiar. A él no le gustaba que estuvieras ahí encima, pero que supiera que estábamos ahí si nos necesitaba.