Ruiz Mantilla recuerda los inicios de la España postfranquista con los ojos de un niño en 'Hotel Transición'

EUROPA PRESS 05/03/2016 12:31

Mantilla ha reconocido que la novela, XVII Premio Fernando Quiñones, tiene mucho material "autobiográfico", aunque solo como punto de partida "manipulado después por la imaginación". El autor además ha explicado que las fuentes de "inspiración" para volver a esta época son obras "de un tono oscuro y surrealista, no aptos para horarios de niños".

Chucho, un niño locuaz y curioso, vive en el hotel que dirige Rocío, su madre. Allí se alojan personajes solitarios y misteriosos que hacen un alto en mitad de la convulsión de un país que despide a la dictadura franquista para despertar a la democracia.

Al tiempo que Chucho va dejando la infancia para pasar a la adolescencia y a la vida adulta, el país también va madurando a su alrededor.

Así, sus vivencias y recuerdos personales, sus ilusiones y decepciones, se van cruzando con los acontecimientos que marcaron aquellos años y los actuales, desde el atentado a Carrero Blanco, la muerte de Franco y el golpe del 23-F, hasta el Watergate, la legalización del PCE y otras desapariciones como

la de Mao, John Lennon o Adolfo Suárez.

La fascinación que sentía Chucho por la televisión queda reflejada mediante series como 'Bonanza' u 'Hombre rico, hombre pobre', creando un diálogo con otras más actuales como 'Los Soprano', 'True Detective' o 'Mad Men', entre otras.

'Hotel Transición' juega también con la metaliteratura, mediante la que desvela los mecanismos de construcción de la propia novela. "En un tiempo en que demandamos a políticos, periodistas, empresas y organizaciones transparencia total, ¿creíamos los escritores que los lectores no iban a pedirnos a nosotros algo parecido?", se ha preguntado el autor.