En este montaje resalta la grandeza del vestuario que presenta todo el elenco, realizado con papel y cartón reciclado, y con un peso aproximado de entre 8 y 10 kilogramos por traje. "Gracias al esfuerzo de la compañía y los detalles del vestuario conseguimos que se recree encima del escenario el ambiente del siglo de oro", ha subrayado su directora, Liuba Cruz.
La compañía está compuesta por una veintena de actores, entre los que destaca la figura de Vladimir Cruz (protagonista del film 'Fresa y Chocolate').
La obra parte de la llegada a Madrid del aristócrata Don Juan y el servil y torpe criado Sancho. En la calle de Alcalá buscan la casa de don Fernando de Rojas, con cuya hija, Doña Inés, se ha prometido el galán a través de un retrato.
Ante las puertas de la casa, Sancho confiesa a su amo que por equivocación, el retrato que ha entregado a la joven es el suyo y no el de su amo. Del balcón de Doña Inés ven descolgarse a un desconocido, de inmediato, Don Juan sospecha de la infidelidad de Doña Inés y propone a su criado Sancho intercambiar las identidades ya que el equívoco del retrato facilitaría averiguar la verdad de los hechos. Se presentan así, Don Juan como criado y Sancho, como Don Juan.
Asimismo, la puesta en escena descubre al espectador los amores descarados, promiscuos y, sobre todo interesados, de los personajes. Los galanes contraponen la condición caballeresca que éstos dicen representar a su comportamiento innoble; en suma, unos caracteres de marcada hipocresía, prototipos de la mala vida, que resultan hasta hilarantes por rayar, a veces, en el absurdo.
'Celos y agravios' ha recorrido ya todos los festivales de teatro clásico de toda España, ha sido interpretada en Cuba, y ahora recala con su gira en el Teatro Fígaro.