Último adiós al marido de Conchi, sin Ortega Cano ni José Fernando

CHANCE 27/08/2014 08:44

Parece que la mala suerte se ha cebado con la familia de Ortega Cano, quien continúa su ingreso en prisión cumpliendo dos años y seis meses de condena por el accidente de tráfico que le costó la vida a Carlos Parra.

Ahora le ha tocado el turno a su hermana Conchi, quien acaba de vivir uno de los momentos más dolorosos tras el fallecimiento de su marido, Pablo Mora, a causa de un cáncer que padecía desde hace tiempo. Desde hace semanas permanecía ingresado en un hospital madrileño, sin que nada se pudiera hacer por salvar su vida.

La conocida peluquera y sus dos hijas, Conchi y Leonor, estuvieron arropadas por Paco y Eugenio Ortega Cano, quienes dejaron atrás las rencillas familiares para acompañar a su hermana en estos dolorosos momentos. Mientras el mayor de los hermanos era el primer en entrar acompañado por un familiar; su hermano llegaba instantes después ayudado por dos muletas para caminar. También acudió Paquito, el encargado de los asuntos taurino de su tío Ortega Cano.

Por su parte Aniceto, acompañado por una de sus hijas, acudía a primera hora a recoger a su mujer, Mari Carmen Ortega al trabajo para asistir a la incineración. Tras dejarlas en el tanatorio, regresaba de nuevo al domicilio familiar para recoger a su sobrina Gloria Camila y a su hijo, Chema. Recientemente este joven, desconocido hasta ahora, se convertía en noticia a raíz de haber sido el responsable del incipiente noviazgo de su prima con su amigo Juan Carlos.

La joven, que apareció con el semblante serio, ocultando su mirada triste tras unas gafas de sol, vestía de semiluto con una camisa negra con cuello Peter Pan y pitillos grises jaspeados.

GLORIA CAMILA INSEPARABLE DE LA FAMILIA EN ESTOS DOLOROSOS MOMENTOS

Pero sin duda hubo que destacar dos notables ausencias. Por un lado José Fernando, quien se dejó ver el día anterior acompañando a su hermana. Ésta era la primera imagen que se tenía del joven después de dos meses desaparecido.

Por otro lado el conocido matador, que cumple de dos años y medio en la cárcel de Zuera por el accidente que causó la muerte a Carlos Parra. Al parecer todo estaba previsto para su llegada, tras haber obtenido el permiso penitenciario necesario. Sin embargo parece que la afluencia de medios así como las condiciones en las que debía aparecer, no hicieron factible su viaje a Madrid.

Tras la incineración de sus restos mortales, la familia Ortega despidió con una misa funeral a Pablo Mora. Finalizado el sepelio, Gloria Camila fue de las últimas en abandonar el recinto, triste y apesadumbrada, regresando de nuevo a casa para reencontrarse con su hermano.

Tía y sobrina abandonaron las instalaciones cogidas de la mano. La hermana del diestro intentaba evitar las incómodas preguntas de la prensa sobre el paradero de su hermano o la ausencia de su padre.