Madrid (España) Miguel Ángel Perera ha cortado cuatro orejas y un rabo del quinto toro de Vegahermosa en el último festejo de la Feria de la Magdalena de Castellón, un espectáculo en el que el diestro extremeño ha estado cumbre en dos actuaciones de valentía, firmeza, raza e inteligencia. El extremeño ha paseado el rabo del enrazado quinto, el animal de mayor alzada del festejo, que enseñaba las puntas y que pedía el carné, frente al que no sólo no se ha amilanado el diestro, sino que le ha plantado cara con apabullante y pasmosa firmeza en una faena de mando, valor y capacidad.
Primero ha iniciado la faena en tres tandas con la derecha luciéndolo en la distancia, viniendo el toro con raza y poder. Después ha continuado su labor con la izquierda aguantando las miradas de su complicado oponente, que tomaba la muleta con brío pero siempre mirando al pecho del torero. Asustando al miedo, Perera se ha metido entre los pitones de su gallardo enemigo, al que ha matado de una estocada perfecta, siendo premiado con un rabo por una obra culminante de raza.
Antes, al segundo le cortó dos orejas. Muy inteligente, Perera cuidó mucho desde su salida a este ejemplar, que tuvo una enorme duración en la muleta y al que el extremeño le instrumentó tres faenas en una en una labor de torero fresco, capaz y muy inteligente. Primero lo consintió en tres tandas templadas con la derecha de hondura, para luego reventarlo con la izquierda en series de mucho poder. Después, dio tiempo a su oponente para sobreponerse y le instrumentó muletazos largos y enroscados de mucha torería. Por último, se ha metido entre los pitones para pegarle muletazos con la diestra y la zurda a su antojo en otra labor rematada de una buena estocada.
El fallo a espadas ha impedido a Rivera Ordóñez haber paseado un trofeo del bravo y bueno cuarto, un toro de embestida franca y honda que se empleó por ambos pitones al que el madrileño puso un buen par al violín para luego comenzar la faena con las dos rodillas en tierra en un trasteo limpio y ligado por ambas manos. También destacaron dos circulares completos de espaldas en las postrimerías de su labor. Sin embargo, mató mal y perdió un trofeo.
Antes, saludó de capa a pies juntos al noble primero, un toro que aunque justo de fuerzas, resultó bueno y manejable. El madrileño le puso banderillas, donde destacó sobre todo en el último par al violín al hilo de las tablas. Luego instrumentó una faena pulcra entre las dos rayas, debido a que el viento le molestaba, en la que realizó lo más destacado con la diestra en unos circulares. Completaba el cartel Cayetano, que cortó una oreja del manso sexto, que derribó al caballo aunque huyó del peto al sentir la puya y que llegó a la muleta rebrincado.
Cayetano empezó la faena con muletazos por bajo para torear luego ligado por la derecha corriendo bien la mano. Después instrumentó varias tandas con la izquierda buenas, una de ellas con los pies juntos. Finalizó su obra sacando raza ligando series de rodillas. Mató de una estocada y fue premiado con una oreja. El madrileño lo intentó sin resultado anteriormente con el tercero, un animal que nunca se entregó a la muleta del madrileño, que a punto estuvo de ser prendido al rematar un pase de pecho.
Plaza de toros de Castellón. Última de la Feria de la Magdalena. Con casi lleno, se han lidiado toros de Vegahermosa, de juego variado en una corrida interesante. Obtuvieron el siguiente resultado en el arrastre: palmas, palmas, pitos, ovación, silencio y palmas. Rivera Ordóñez, silencio y ovación con saludos y algunos pitos, Miguel Ángel Perera, dos orejas tras aviso y dos orejas y rabo, Cayetano, silencio y oreja.