Adelgaza 50 kilos en un año y medio: las claves de la transformación física de una joven de 25 años

  • Anima a otras personas a cambiar su estilo de vida

  • Perder peso "merece la pena"

  • Llegó a pesar 115 kilos

Ashley Kincade, una joven estadounidense de 25 años, no puede estar más contenta de su transformación física. "Bajar de peso es, probablemente, lo mejor que he hecho en toda mi vida y merece la pena", expresa tras perder 50 kilos en un año y medio.

La joven reconoce que con 115 kilos que llegó a pesar no se sentía bien. Le dolían las rodillas y se cansaba al mínimo esfuerzo así que decidió pedir ayuda a su médico, detalla a la revista Woman's Health. Este la explicó que con el objetivo de adelgazar su ingesta diaria de calorías debía de estar por debajo de las que quemaba a lo largo de la jornada: en su caso determinaron entre 1400 y 1600. Además, tendría que realizar ejercicio a lo largo del proceso.

Así lo hizo desde el 1 de enero de 2018 y, para ello, a diferencia de otras ocasiones, contó con la ayuda de todo su entorno. Dejó atrás atracones de comida y una vida sedentaria aunque reconoce que al principio no fue fácil.

En cuanto a la dieta, revela "el mayor obstáculo que superé fue entrenar mi cerebro para comer solo cuando tenía hambre, y no comer en exceso ni darme atracones". A ello le ayuda mucho, según confiesa, tomar té verde o de menta, especialmente, por la noche.

Entre otras cosas, ya no come alimentos ultraprocesados y ha reducido la ingesta de carbohidratos. Esto (o lo que a ella le apetece) lo puede comer únicamente dos veces al mes.

Sobre el deporte, admite que comenzó con vídeos de Internet, con clases online. Es una persona tímida, así que, explica, decidió empezar de esta forma en lugar de ir a un gimnasio. Esto último solo lo hizo cuando se sintió con la confianza suficiente en sí misma.

Al principio se cansaba y los primeros días, dice, solo aguantaba quince minutos en la elíptica, pero a medida que pasaron los días logró dedicar una hora a la actividad diaria. Un año después está tan acostumbrada al ejercicio que ha llegado a integrarlo en su vida y está a punto de conseguir su título de monitora.

Así, aunque reconoce que no fue fácil, anima a otras personas a cambiar su estilo de vida. "Nunca me había sentido tan enérgica y guapa", expresa.