El australiano David Powell murió el pasado 11 de diciembre, tras un gran sufrimiento, después de ingerir un gecko -lagarto de pequeño tamaño- para ganarle una apuesta a un amigo. Ahora, su familia exige justicia y conocer las causas del fallecimiento del hombre, que deja tres hijos.
Todo comenzó el 1 de diciembre, cuando durante una celebración un amigo de Powell le retó a comerse un gecko, según informa The Sydney Morning Herald. Sin pensarlo demasiado accedió y engulló al animal. No obstante, al día siguiente su estado de salud no era bueno, aunque al principio pensaron que era una mala resaca.
Sin embargo, el lunes 2 de diciembre tuvo vómitos constantes con bilis de color verde por lo que llamaron a una ambulancia. Los servicios de emergencia le negaron la asistencia al asegurar que se trataba de una simple gastroenteritis. Un día después, finalmente en un hospital, le diagnosticaron salmonelosis, una afección causada por una bacteria que produce fiebre, diarrea y fuertes dolores estomacales.
Con el paso de los días, la salud de Powell se agravó de manera ostensible, debido a la salmonelosis. A los vómitos verdes le siguieron micciones con orina negra, encharcamiento de pulmones y grandes inflamaciones en vientre y testículos, en los que también tuvo secreciones.
Finalmente, el hombre falleció durante una operación para detener la infección. Sin embargo, la muerte continúa siendo un misterio porque los médicos dudan de que el gecko sea la principal causa que le provocó la enfermedad.