Muchos son los influencers que arriesgan su vida para conseguir la fotografía perfecta. La última en hacerlo ha sido Katerina Zarutski. Esta joven de 19 años estaba de vacaciones en las Bahamas cuando decidió hacerse una instantánea en una piscina llena de tiburones nodriza y así después poder colgarla en su cuenta de Instagram, donde la siguen más de 28.000 personas.
Sin embargo, la instantánea, echada por el padre de su novio, no terminó del todo bien. Cuando la joven estaba rodeada de tiburones, uno de ellos la mordió y la hundió en el agua. Tras esto, Katarina consiguió soltarse del animal y salir rápidamente de la piscina.
A pesar del susto, la joven solo ha sufrido una herida por la mordedura. Además, ha tenido que tomar antibióticos durante un mes para no contagiarse de las bacterias que el tiburón pudiera tener. "Tengo suerte de conservar el brazo", ha afirmado a BuzzFeed New
Esta actividad es muy común en las Bahamas y por lo general, los tiburones suelen ser "inofensivos para los humanos", según una página web dedicada al distrito de Exuma. Estos, además, promocionan el baño con los animales como "algo que hay que hacer una vez en la vida". La aventura, en cambio, no le salió del todo bien a Zarutski. Eso sí, la joven ha duplicado su número de seguidores después de que las imágenes se hicieran virales.