Zoonosis: siete de cada diez enfermedades se transmiten ya de animales a humanos
En las mascotas, la presencia de parásitos sería la causa más frecuente de contagio a personas.
Las zoonosis son responsables de alrededor del 75 por ciento de las enfermedades que afectan a la población mundial: descubre qué animales las transmiten
Cierto es que muchos animales curan, pero ¿Sabías que alrededor del 75 por ciento de las enfermedades que afectan a la población mundial se corresponden con zoonosis? Este término hace referencia a una forma de transmisión de animales a seres humanos y viceversa y, según indica Animal Health Europe, la asociación europea de la industria de medicamentos veterinarios, este tipo de patologías llegan a ser responsables de 2,7 millones de muertes al año en todo el mundo. ¿Qué animales son más contagiosos y cuáles son las enfermedades que transmiten? ¿Pueden nuestras mascotas transmitirnos enfermedades graves?
Animales contagiosos y zoonosis: los casos más frecuentes
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Las enfermedades zoonóticas suelen tener su origen en virus, bacterias, parásitos y hongos, y pueden ser transmitidas incluso por nuestras propias mascotas. También a través de animales de granja o animales de producción, que pueden contraer infecciones por parásitos como Cryptosporidium o Trichinella y transmitirlas a las personas si consumen su carne o agua contaminada con las heces de animales infectados. En el caso de las mascotas, la presencia de parásitos sería la causa más frecuente de contagio a personas. Por ejemplo, los animales jóvenes tienen más probabilidades de sufrir infecciones por gusanos cilíndricos y anquilostomas.
Potencialmente, muchísimos animales pueden ser portadores de distintas enfermedades transmisibles a los humanos. Por eso es tan importante la prevención. En nuestro tipo de entorno, la mejor forma de prevenir infecciones entre animales y humanos es la vacunación como medida preventiva, tanto en humanos como en animales. Se trata de una medida que desde Animal Health Europe consideran imprescindible para poder asegurar la salud de la sociedad en la que se vive”. También tomar precauciones cuando estemos en contacto con un animal extraño, desconocido o salvaje, especialmente si su aspecto indica que podría estar enfermo.
En este sentido, la leptospirosis, junto con la rabia, es una de las zoonosis "de mayor gravedad y con mayor contagio a nivel global", según la misma institución. En concreto, se trata de una enfermedad infectocontagiosa producida por una bacteria del género 'Leptospira'. Sus síntomas más comunes son fiebre, deshidratación, vómitos, diarreas, letargo e ictericia -piel y membranas mucosas amarillas-; también puede causar insuficiencia renal e insuficiencia hepática e incluso la muerte.
Por ello, vacunar a las mascota frente a cuatro serogrupos de la enfermedad más descritos en Europa es uno de los consejos que ofrece MSD Animal Health para proteger a los animales frente a esta patología. También conviene evitar el contacto con la orina de animales infectados, así como evitar que la mascota beba o nade en ríos, lagos, zonas fangosas o estancadas.
La leptospirosis no solo afecta a las mascotas y a las personas que conviven con ellas, sino también a los animales de producción. Por ejemplo, en el ganado porcino esta enfermedad causa reducción de los lechones nacidos totales, del número de nacidos vivos y menos lechones destetados. La enfermedad provoca un aumento del número de lechones nacidos débiles y con poca viabilidad; reduce la tasa de partos y el peso medio al nacimiento, y en las cerdas puede aumentar el intervalo entre el destete y el primer servicio. Además, aumenta el riesgo de transferencia a las personas que están en contacto con estos animales a lo largo de la cadena de producción.
Según un estudio realizado por MSD Animal Health, publicado en el último congreso internacional del sector porcino (ESPHM 2018), el 85 por ciento de las granjas con problemas reproductivos son positivas a Leptospira. La prevención mediante la vacunación es el medio principal para evitar esta y cualquier otra enfermedad animal.
La rabia es otro gran ejemplo de zoonosis, controlable a través de inmunización. Esta enfermedad se cobra cada año alrededor de 25.000 muertes al año en África, la mayoría de ellos niños, según las cifras de MSD Animal Health correspondientes a 2018. Afecta el sistema nervioso de los mamíferos, es causada por un virus y generalmente se transmite por un animal infectado que muerde a otro animal o persona. La rabia es una enfermedad mortal; no se puede tratar una vez que aparecen los síntomas. Afortunadamente, puede prevenirse eficazmente mediante la vacunación.
Otro ejemplo es la tiña, una infección cutánea provocada por varios tipos de hongos presentes en la tierra y en la piel de los seres humanos y de las mascotas. Los niños la pueden contraer al tocar animales infectados, como perros y gatos. Entre sus síntomas se encuentra la aparición de un área redonda, seca y escamosa de la piel, rodeada por un contorno rojo y abultado. También, cuando afecta al cuero cabelludo, pueden producirse zonas calvas. Afortunadamente, existe cura: la tiña se trata con medicación antifúngica (champú, crema o vía oral).
Por otro lado, tener aves en casa también puede ser fuente de peligro si no tomamos las precauciones adecuadas. Éstas pueden trasmitir enfermedades como la criptococosis, enfermedad desencadenada por un hongo que se contrae cuando una persona inhala organismos presentes en los excrementos de las aves (sobre todo los de las palomas). Esta enfermedad puede provocar neumonía.
Otra enfermedad asociada a las aves es la psitacosis, también conocida como “fiebre del loro”, enfermedad bacteriana que puede contraerse al entrar en contacto con heces aviares infectadas o con el polvo que se acumula en las jaulas de los pájaros. Entre sus síntomas se encuentran tos, fiebre alta y dolor de cabeza, y puede tratarse con antibióticos.
En cuanto a la enfermedad por arañazo de gato (CSD), se trata de una infección bacteriana causada por Bartonella henselae, que suele transmitirse a las personas a través de mordeduras o rasguños. Con todo, normalmente no se desarrolla ningún síntoma y quienes presentan una infección leve suelen mejorar sin ningún tratamiento.
Por último, no hay que olvidar los peligros de insectos como los mosquitos: el Arbovirus, abreviatura de virus transmitido por artrópodos, es un nombre dado a los virus que son transmitidos por artrópodos como los mosquitos. Éstos son los vectores más comunes de enfermedades arbovirales como el virus del Nilo Occidental en Washington, la encefalitis, el virus del oeste del Nilo, la fiebre amarilla y el virus Zika. También en estos casos, la prevención es la mejor receta para evitar contagios.