Brittany Oswell comenzó a sentirse "mareada y desorientada" y finalmente se desmayó. Un médico que viajaba a bordo creyó que estaba sufriendo un ataque de pánico. Unas horas más tarde, llevó a Oswell al lavabo, donde vomitó y defecó sobre sí misma.
Según recoge Fox News, el médico le pidió a la tripulación que avisase al piloto de lo que estaba ocurriendo para que desviara el vuelo al aeropuerto más cercano para que la joven pudiese recibir atención médica.
Pero tras consultar con otro de los médicos, se decidió continuar con el vuelo. Aún quedaban 90 minutos de vuelo que la joven no aguantó ya que en ese transcurso de tiempo perdió el conocimiento y la respiración. A pesar de los intentos de reanimarla, nada se pudo hacer.
Al aterrizar, la joven fue trasladada al hospital pero Brittany ya se encontraba en muerte cerebral y tres días después fue desconectada del soporte vital.
La familia ha demandado a la aerolínea porque les consideran culpables de su muerte al no haber desviado el vuelo.