"Lo llevamos como una final. Sabemos que estamos en un problema porque en esta competición no podemos tener más tropiezos. Estamos intentando que el equipo siga mejorando y en la medida de lo posible que el equipo esté lo mejor preparado para el partido", analizó Navarro, para quien "los cálculos son ridículos" en caso de perder este jueves.
Por ello, cree que es "mejor" que se centren en este encuentro "y no mirar más adelante ni otros partidos ni resultados". "Si no ganamos a Olympiacos sabemos que nuestras opciones se reducen muchísimo", reiteró.
"Lo que me preocupa de Spanoulis no es solo su capacidad de anotar sino también de crear para sus compañeros. Su capacidad de pase en situaciones de 'pick and roll' y todo eso es lo que nos gustaría limitar más que su capacidad de anotación", apuntó sobre la mayor estrella griega.
"Soy baskonista y he estado en el exilio siéndolo", remarcó el técnico vitoriano, quien lanzó un mensaje de ánimo a la afición reivindicando que "este equipo quiere, que todos los jugadores quieren". "Pero somos un equipo que ahora tiene algunos problemas que estamos intentando solucionar", reconoció.
En este sentido, solicitó el apoyo del Buesa Arena. "Si la afición nos ayuda será menos difícil. Lo único que puedo decir a la gente que antes venía al pabellón y ha dejado de venir o la gente que viene y está pensando en dejar de venir o incluso los que no vienen, que es un buen momento para venir a ayudar al equipo", zanjó el preparador.