Castigado por los graves incidentes provocados por su afición en la pasada edición de la Euroliga, el Panathinakos iba a disputar a puerta cerrada en el OAKA Arena sus duelos contra Laboral Kutxa (25 octubre) y Lokomotiv Kuban (7 noviembre). Con el cambio en la sanción, dichos encuentros se disputarán en el Eleftheria Indoor Hall de Nicosia y en el Iraklio Arena de Creta, respectivamente.
"Este cambio se ha decidido con los aficionados en la cabeza. Se mantiene el lugar donde se produjeron los incidentes y no habrá partidos en el OAKA. Al mismo tiempo, le damos la oportunidad a muchos aficionados de otras ciudades la oportunidad de algo que no podrían hacer de otra manera: asistir a un partido de Euroliga", explicó el presidente de la competición, Jordi Bertomeu, a través de un comunicado.