El conjunto heleno presentó dos alegaciones de las cuales una fue parcialmente aceptada y otra desestimada. La Euroliga consideró que la sanción de tres partidos a puerta cerrada era desproporcionada, reduciéndola a uno, aunque mantuvo la multa económica en 40.000 euros, alertando además al club heleno sobre la posibilidad del endurecimiento de futuras sanciones en caso de nuevas infracciones.
Sin embargo, la Euroliga desestimó la apelación sobre la multa de 9.000 euros por los incidentes que tuvieron lugar durante el encuentro que midió al Panathinaikos con el CSKA de Moscú en 4 de abril en el pabellón OAKA, perteneciente al 'Top 16', en el que los fans rusos fueron agredidos.