"Siento que tengo un coche mejor así que deberíamos ser más competitivos de lo que fuimos el año pasado. Está definitivamente más cerca el poder ganar que con lo que tuve hace un par de años, así que estoy deseando ver lo que el coche puede hacer", señaló Hamilton en un acto celebrado en la factoría de Mercedes en la localidad inglesa de Brackley.
Por ello, cree que el coche "irá realmente bien" en Silverstone y que además se siente "bien, realmente feliz". "Mi menta estaba un poco nublada en Canadá, no afectó a mi fin de semana en términos de rendimiento y de poder hacer mi trabajo, pero ahora me siento bien", comentó.
"No puede esperar hasta el viernes, tengo que centrarme en intentar dar en el clavo en la configuración para comenzar con el pie derecho el fin de semana", añadió al respecto.
El campeón del mundo recalcó que no ha prestado mucha atención a la polémica por el test privado y secreto con Pirelli, que no le costó finalmente nada en el Mundial a las 'flechas plateadas'. "Ross Brawn me mantuvo al tanto y recibí aquí y allí un 'e-mail' del abogado explicando donde estábamos", aseguró.
"Por supuesto, cuando vi al equipo en el fin de semana fue un alivio para todos, podían empezar a concentrarse en la próxima carrera, y yo estoy feliz también", subrayó Hamilton, que lamentó de todos modos el quedarse fuera de los Tests para Jóvenes porque son tres días donde hay "mucho planeado y mejoras" y también es "vital para los pilotos reservas". "Definitivamente nos retrasa un poco, pero vamos a tener que intentar resolver una forma de recuperarlo en otra parte", zanjó.
El piloto inglés felicitó el trabajo que está llevando a cabo la escudería. "Entramos en una buena posición y si pudiésemos entrar en una mejor sería fantástico. Han estado trabajando duro para tener los resultados que hemos obtenido, un resultado negativo no era necesario", puntualizó.