"Fue una carrera dura, con todo al límite, neumáticos, frenos y combustible. El problema para mí era enfriar los frenos yendo detrás de Hamilton. En las últimas 10 vueltas apreté el ritmo pero los ingenieros de mi compañero le pidieron que hiciera lo mismo", explicó.
Por ello, Rosberg apuntó que le fue imposible pasar a su compañero, quien se hizo con la victoria partiendo desde la pole. El alemán confesó que el sábado es vital ante la igualdad en Mercedes. "El imitó todo lo que hice y no había posibilidad de sorpresa. Fue una pena", afirmó.
"En verdad, perdí la carrera en la calificación así que tengo que hacer un mejor trabajo ahí y lograr un fin de semana perfecto como en España. Estoy deseando que llegue Austria, donde tengo buenos recuerdos por la victoria del año pasado", finalizó.