El conjunto azulón no tuvo el mejor comienzo de temporada. El proyecto de Juan Eduardo Esnáider --el entrenador que no pudo evitar el descenso a Segunda en aquella tarde fatídica del Villamarín-- hacía aguas y la dirección deportiva del Getafe optó por relevar a su entrenador.
El 'Geta' ocupaba la penúltima posición a mediados de septiembre, pero la llegada de Bordalás lo cambió todo. El equipo azulón se levantó con fiereza tras la destitución del argentino y pronto encontró el camino para mejorar su fútbol, las sensaciones y la posición en la tabla.
Apoyado en la seriedad defensiva -Molinero, Cala, Cata, Gorosito-, en el trabajo del centro del campo al rodearse de hombres de su confianza como el veterano Sergio Mora, y con los goles de Jorge Molina, que ha acabado el curso con 22 dianas (20 en Liga y 2 en playoff) demostrando que su experiencia ha sido un grado.
A eso se sumó Chuli, otro de los refuerzos invernales que han permitido al Getafe mejorar en los metros finales y regresar a Primera solo una temporada después de su amargo descenso. El Getafe se suma a Levante y Girona y se convierte en el cuarto equipo madrileño en la máxima división tras Real Madrid, Atlético de Madrid y Leganés.