"Para ser sincero, no -ha sido una sorpresa-, ya llevábamos tiempo compitiendo juntos y yo sabía de la capacidad de mis compañeros y el extraordinario ambiente en el club. Así logramos armar un equipo muy competitivo, con jugadores muy jóvenes y de mucha calidad", declaró en una entrevista a 'fifa.com' que recoge Europa Press.
Sin embargo, el guardameta chileno es consciente de que al principio del campeonato pocos confiaban en sus posibilidades. "El arranque no fue bueno. Había demasiadas expectativas, y eso generó presión en los más jóvenes. Por fortuna, maduraron muy rápido y logramos darle vuelta en seguida a ese inicio dudoso", relató.
Además, apunta a otro factor fundamental. "La grada había pitado a nuestro técnico -Phillippe Montanier-, e incluso pedían su cabeza. Eso nos hizo sentir incómodos y al mismo tiempo muy motivados para tratar de cambiar la situación lo antes posible", relató.
Bravo recordó la victoria en Anoeta ante el FC Barcelona (3-2), tras vencer a domicilio a Valencia (2-5), Málaga (1-2), Athletic (1-3) y Atlético de Madrid (0-1). "El primer partido en Barcelona nos vimos muy mal y perdimos 5-1. Teníamos esa espinita clavada. Además, ya los habíamos hecho sufrir varias veces en casa en el pasado y sabíamos que podíamos hacerlo de nuevo. Con todo, creo que no fue nuestro partido más completo. Hubo otros, tuvimos grandes noches esta temporada", señaló.
El portero del conjunto donostiarra se congratuló de que su equipo haya terminado como el tercero más goleador (70), sólo por detrás de Barcelona y Real Madrid. "Nos fuimos dando cuenta de que teníamos capacidad para hacerle daño a equipos que, por presupuesto, no deberíamos poder equipararnos. Otra cosa importante fue escuchar cómo los rivales hablaban de nosotros y el respeto que nos tenían, y eso lo tradujimos en mejores actuaciones dentro del campo", explicó.
Bravo apunta a los años en la Liga Adelante como el germen del éxito actual. "Varios de los jugadores del equipo actual estaban en aquel entonces y eso creó un poco los cimientos para lo estamos viviendo. El club no se merecía estar ahí bajo ningún punto de vista y eso generó un ambiente de solidaridad y camaradería que se ha mantenido con los años", afirmó.
Bravo, de 30 años, se muestra muy ilusionado con el porvenir del cuadro vasco. "Es un sueño para mí estar en 'Champions'. También me ilusiona el hecho de que nuestros aficionados puedan vernos en Europa, porque se lo merecen de sobra. Si se ven los resultados que tuvimos en la temporada contra los equipos que disputaron la competición, no tengo ninguna duda que la Real puede tener una muy buena participación. Era nuestro objetivo y ahora tenemos que aprovechar el momento", indicó.
"Ojalá que podamos mantener el mismo plantel. Es muy especial, con gente sana, joven, muy normal, por así decir. La verdad es que es espectacular", añadió.
Por último, Bravo aseguró que ahora debe centrarse en la selección chilena y los partidos de clasificación ante Paraguay y Bolivia, fundamentales para conseguir el billete para el Mundial de Brasil 2014, y que el portero considera "muy difíciles".