El anfitrión del torneo de selecciones más antiguo del mundo, cuya nueva edición comienza este jueves y se extenderá hasta el 4 de julio, busca aplicar la experiencia compartida por Brasil tras el Mundial del año pasado.
Dos días antes de la inauguración de la Copa, el vicepresidente de Chile, Jorge Burgos, dijo que la promulgación de la nueva ley apunta a garantizar derechos y deberes en el fútbol profesional "para que sea una fiesta social".
"Con esta nueva ley no sólo buscamos sancionar a quienes se apartan de la comunidad del fútbol y ensucian el deporte, sino también garantizar a los hinchas, a las familias que pueden disfrutar sanamente y en buenas condiciones", dijo Burgos.
Entre las principales novedades del nuevo marco legal, que reemplaza a una antigua ley de seguridad en los estadios, se encuentra la ampliación del ámbito de hechos delictivos que podrían ser sancionados con penas de cárcel.
También se establecen multas a los clubes que incumplen la ley y sanciones más drásticas para hinchas violentos y quienes cometan actos de discriminación o xenofobia en el marco del espectáculo del fútbol profesional. Las autoridades contarán además con una lista de los hinchas violentos de otros países para impedir que ingresen a los estadios.