Carlo Ancelotti rompió el récord que ostentaban Miguel Muñoz (1960-61) y José Mourinho (2011-12) a costa de un Málaga mermado por las bajas pero que tiró de pundonor ante un Madrid a medio gas. De nuevo con los habituales y con goles de Benzema y Bale, uno en cada parte, los blancos ejercieron de líderes en medio de una batalla en la que los locales no cejaron en su empeño hasta el final.
Desde el pitido inicial se vio a un Madrid con poco ritmo, salvo en acciones puntuales que hicieron sufrir de lo lindo a las bandas malagueñas. Las llegadas en velocidad, que recuperan protagonismo en los últimos partidos de los de Ancelotti, rompieron con facilidad a un rival con ocasiones contadas y poco peligro. En una de estas, Ronaldo partió a Rosales y el pase de la muerte lo empujó Benzema a la red.
En el gol, la pelea del francés con Weligton pudo ser falta visitante, pero fue una más de las muchas acciones polémicas que ambos equipos reclamaron y que fueron desestimadas por el colegiado Vicandi Garrido. Antes los blancos habían reclamado ya dos penaltis por agarrones en el área. Con poco e incluso dando síntomas de no estar sobrados en lo físico, los blancos se marcharon al descanso con una mínima ventaja que guardaba opciones para los de Javi Gracia, que tuvieron la mejor con un lanzamiento de falta de Duda al larguero.
El Madrid no supo meter mano a un Málaga lleno de fe, pero que empezaba a ver a Kameni erigiéndose poco a poco como héroe. La vuelta de Isco a La Rosaleda, esta vez con galones, no tuvo el efecto de otras ocasiones, con un Madrid más pendiente de correr que de elaborar. No fue el mejor día del malagueño que incluso terminó expulsado de manera rigurosa eso sí. Los de Ancelotti chocaban con el meta camerunés mientras los malagueños olvidaban el tropiezo ante el Atlético la pasada semana y recordaban más las cinco victorias consecutivas que habían enlazado antes del Calderón.
Sin embargo, el peligro latente de los visitantes terminó sentenciando el encuentro en una rápida acción que culminó Bale, a pase de Ronaldo. El portugués vio cortada se espectacular racha de 11 partidos viendo puerta en Liga, aunque esta vez fue quien repartió los goles de su equipo. Santa Cruz puso el definitivo 2-1 pero ya demasiado tarde, con los tres puntos volando a la capital en un día histórico para el Real Madrid.