Los 'granotas' desataron el júbilo a pesar del dolor de su rival, el Espanyol, anfitrión de la cita que daba lugar a los 16 mejores equipos de toda España. Sin embargo, varios chicos levantinistas optaron por dar consuelo a su rival. "No te preocupes tío, lo habéis hecho muy bien".
Alejandro Losa sabía por lo que pasaba el Espanyol y --en concreto-- su capitán Adriá Bernabé, designado con el galardón de mejor jugador del torneo. El '6' del Levante tenía argumentos de todos los colores. "No llores más, de verdad, vosotros sois un gran equipo y habéis ganado todo este año", insistía el 'cerebro' blaugrana.
Rápido acudió al frío de la derrota el número '10', David Espinosa, que se sumó a las condolencias de su compañero. "Animaros, el Espanyol ha demostrado el gran equipo que es", le comentó antes de poner su mano por encima del hombro. La imagen, sin ninguna duda, estaba a la altura del más alto nivel.
La memoria llevaba, involuntariamente, a recordar el "respeto" que solicitó Iker Casillas en la final de la pasada Eurocopa ante Italia. El portero del Real Madrid le pidió al árbitro que no alargase más el sufrimiento de los transalpinos, goleados por 4-0.
Algo más lejos queda aquella instantánea del colegiado más famoso del mundo, Pierluigi Collina, que levantó del suelo a los jugadores del Bayern en la final de la 'Champions' de 1999, cuando perdieron de la manera más cruel ante el Manchester United (1-2).
Todo esto, lo tenía Alejandro Losa guardado en su memoria, sabedor de que el campeón siempre tiene que medir sus acciones durante el camino. Consciente de que --precisamente-- lo más importante no es llegar a la meta, sino todo lo que construyes mientras que algún día la alcanzas.
ESPAÑA, ESCUELA DE VALORES
Pero el éxito no pasa, únicamente, por este joven avezado que llamó la atención con su humanidad, sino por los más de 400 jugadores que disfrutaron en la Danone Nations Cup, auténticos generadores de ilusión en un torneo que permitirá al Levante --como ganador-- representar a España en el Mundial de la categoría, que se celebra en Wembley del 5 al 7 de septiembre.
Estos chicos, que absorben con extrema facilidad todo lo que ven en sus espejos, saben bien que no vale cualquier cosa para ganar, igual que sus mayores, ejemplo de como llegar la cima. Los éxitos de la selección española, y de sus categorías inferiores, no son fruto de la casualidad.
Más allá del amor enfermizo de este país por el fútbol, el Mundial, las dos Eurocopas y la interminable nómina de triunfos en el fútbol de formación, son producto de cada entrenamiento, de cada esfuerzo y de cada ejercicio que alguien -algún día- les mandó repetir. Incluso de aquella reprimenda que sirvió para valorar al rival más que a uno mismo.
"No importa si ganas o pierdes, en esta competición lo más importante es el respeto al oponente. No hay enemigos, sólo rivales. Queremos que sepan que se les mide por su deportividad que es el trofeo más relevante de este campeonato", expresó Carlos Bosch, coordinador de la Danone Nations Cup en España.
De una u otra manera, el fútbol que hipnotiza a las masas, ese deporte que conlleva el apelativo de 'Rey' y ese mismo que genera violencia en muchos lugares del mundo, también es una excelente excusa para formar en valores a los Iniestas del futuro. España, que todo lo gana, comienza sus conquistas desde la cantera.