En la previa del duelo, el portugués afirmó que la actuación sería "difícil" para el árbitro, puesto que dijo que "se le está presionando" al ordenarle dirigir partidos de los 'diablos rojos', cuyo estadio se sitúa próximo a su vivienda.
Dicha afirmación sobre la posible influencia que pudiera tener Taylor levantó cierto revuelo, por lo que Mourinho fue llamado a declarar por la FA para explicarse, teniendo como fecha límite para hacerlo este viernes. El reglamento inglés prohíbe expresamente a jugadores y entrenadores realizar declaraciones que puedan intimidar al cuerpo arbitral antes de los encuentros.