El estadio, el Arena de Baixada --con capacidad para 43.000 espectadores-- está muy lejos de completar sus obras. El secretario general de la FIFA, Jerome Valcke, les dio de margen tres semanas para saber si les mantiene en el torneo.
"Como puede verse, la situación actual del estadio no es algo que queríamos. No se pueden apreciar los avances", manifestó Valcke tras su visita a Brasil. "El estadio no es que tenga un retraso, es que va muy, muy lento. Esto es una situación de emergencia", comentó.
Por otro lado, el ministro de Deportes de Brasil, Aldo Rebelo, dijo que su gobierno hará todo lo posible para evitar la vergüenza potencial. "Todos nuestros esfuerzos se centran en la adopción de las medidas que garanticen el estadio para el Mundial de 2014", comentó.