"Lo mejor de la temporada es acabarla con títulos y lo peor son las lesiones de los jugadores. Para definir la temporada en una palabra: acojonante. Este año ha sido más fácil que el primero, con una dinámica de equipo más favorable. Nunca he tenido queja de mis jugadores ni la temporada pasada ni esta. Teníamos el reto de volver a ganarlo todo y no ha podido ser, pero no tengo nada que reprocharle a los jugadores", valoró Luis Enrique ante la prensa.
El asturiano subrayó que "ha sido un final de temporada espectacular". "Por la recta final de Liga y por esta Copa que decisión que ha sido muy difícil para nosotros, hemos jugado muchos minutos con un jugador menos. Hemos mejorado mucho en el aspecto defensivo en este final de temporada, con muchos partidos sin encajar gol. El Sevilla no nos ha generado ocasiones claras", subrayó.
Abundando en el análisis de su equipo, dijo alabó que "no puede demostrar más carácter y más personalidad". "Los jugadores han interpretado el escenario a las mil maravillas. Todos han dado un poquito más de lo que tenían, es justo premio a un equipo que está hecho para atacar, pero que ha sabido defender y competir", desgranó.
Después de felicitar a los aficionados por "venir pese a la hora intempestiva del partido", el técnico valoró que "es muy difícil ganar un año, hacerlo dos seguidos es la repera y si todo sigue su curso" irán a "por el tercero" la próxima temporada, ya que se siente muy a gusto en el club.
"Hace muchos años que caí de pie en Barcelona y por aquí sigo. Me considero un catalán más a pesar de que soy asturiano al mil por mil. No me puedo sentir más valorado y querido por mi club, es un cariño que siento desde que llegué al club en el año 96. No voy a caer mal a todos, a alguno le caigo bien", zanjó irónicamente.