El atacante, de 26 años, ha sido desde hace tiempo el blanco de las bromas en Alemania cuando se trata de sus actuaciones con la selección, por no marcar un gol en ocho partidos consecutivos en la Eurocopa 2008 y el Mundial 2010.
Sin embargo, el sábado anotó a los 72 minutos y le dio la victoria a su equipo 1-0 sobre Portugal para inscribir, al fin, su nombre en la lista de goleadores del torneo. "Es cierto que este es, por ahora, mi mejor gol y el más importante", dijo un visiblemente relajado Gomez a los periodistas.
Pero la historia podría haber sido diferente, ya que el delantero Miroslav Klose estaba esperando en el banquillo para sustituirlo antes de que marcara de cabeza el primer gol alemán en el torneo.
"El fútbol puede ser extraño. Sabía que Miro estaba en el banquillo y que podía sustituirme en cualquier momento. Lo vi esperando pero pensé que todavía tenía tiempo para una ocasión. Entonces el balón aterrizó en mi cara", explicó con una sonrisa.
Su logro, sin embargo, no fue suficiente para silenciar a los críticos en el país, incluyendo al entrenador del equipo reserva del Bayern de Múnich, Mehmet Scholl, que dijo a la televisión alemana que temía que Gomez acabara con úlceras después de pasar gran parte del partido tirado sobre el césped.
"En el Bayern somos una gran familia. He marcado la mayoría de los goles de la Liga de Campeones en las dos últimas temporadas por detrás de Lionel Messi. ¿Por qué debo cambiar mi forma de hacer las cosas?", dijo el máximo goleador de la Bundesliga en 2011 en respuesta a una pregunta sobre las declaraciones de Scholl.
Gomez, que sumó 26 goles en Liga y otros 12 en la Liga de Campeones esta temporada, también recibió el apoyo del seleccionador germano, Joachim Loew, que dijo que el delantero se había fortalecido con los altibajos de los últimos años.
"Mario es fuerte porque ha pasado por un valle de problemas, especialmente en el equipo nacional", dijo el entrenador. "Pero él sabe qué puede y qué no puede hacer", añadió. Alemania se enfrentará a Holanda el miércoles en Jarkov.