Así lo confiensa Rafa Benítez en su libro, editado por 'Headline Book Publishing' en inglés, 'Champions League Dreams', en el que, a lo largo de sus 304 páginas, relata su trayectoria hacia la mítica final de Estambul, en la que el Liverpool FC igualó un 3-0 en contra contra el Milan en la segunda parte y acabó ganando el trofeo en la tanda de penaltis.
"A Fernando le gustaba siempre ver un DVD de sus rivales justo antes de enfrentarse a ellos. Especialmente en su primera temporada con nosotros, cuando todavía no conocía bien la 'Premier'. Analizaba minuciosamente a los centrales del equipo rival, al que íbamos a enfrentarnos inmediatamente, para poder atacarles mejor. Un gran dato sobre su disposición", indica.
Contra el Olympique de Marsella, 'El Niño' Torres marcó, según Benítez, uno de los mejores goles que ha visto durante los años, de 2004 a 2010, en los que estuvo en el banquillo del Liverpool. "Fue espectacular. Cogió el balón en el lado izquierdo de nuestro ataque, cerca del área, y se marchó de tres o cuatro defensores con una facilidad pasmosa para conseguir batir a Mandanda, el portero del OM. Fue un gol realmente magnífico", recuerda.
Otro de aquellos jugadores del 'Spanish Liverpool', Luis García, tenía, para él, "algo diferente: inteligencia, un talento especial, una visión de juego superior a la de otros jugadores". "Podía jugar en varias posiciones y en algunos partidos podía llegar a ser absolutamente imparable", asegura.
Acerca de Arbeloa y su 'mítico' marcaje a Leo Messi en los octavos de final de la Liga de Campeones en 2007, el exténico del Inter de Milán dice que Messi jugaba en aquella temporada en la banda derecha y "le gustaba salir siempre driblando hacia dentro, aprovechando su pierna izquierda y su enorme calidad".
"Decidimos poner a Arbeloa, que es diestro, de lateral izquierdo para que cerrase las salidas de Messi por ese lado. Y la verdad es que no salió del todo mal", subraya.
En 'Champions League Dreams' evocó igualmente la final de Estambul ante el Milán y lo que dijo a sus jugadores en el descanso, con 3-0 en su contra, para que obraran la gesta de empatar una final que pasó a la leyenda del torneo.
"Estábamos perdiendo por dos cero y justo antes del final del primer periodo nos hicieron el tercero. No había tiempo para largos discursos y recuerdo que sólo tenía una palabra escrita y en español: 'Lucharlo'. Luego les dije a los jugadores que no teníamos nada que perder y que si marcábamos un gol, un solo gol, nos meteríamos otra vez de lleno en un partido del que estábamos fuera", desveló.