Diego Costa hace suyo el Bernabéu

EUROPA PRESS 29/09/2013 00:11

Con esta victoria, además, el Atlético de Madrid rompe el maleficio liguero que tenía en el Santiago Bernabéu. Desde el 30 de octubre de 1999 el equipo rojiblanco no ganaba en el Bernabéu, y en medio año lo ha hecho en Copa y en Liga. Por mucho que Simeone quiera negarlo, el Atlético de Madrid es un serio candidato a ganar la Liga 17 años después.

Antes de empezar el partido, el Atlético se llevó la primera alegría. Ancelotti dejó en el banco a Luka Modric y a Simeone se le aclaró aún más su idea. El centro del campo titular lo formaron Khedira e Illarramendi y Simeone le dio la pelota al Madrid. El resultado fue parecido al de la pasada jornada en Elche: escasa claridad en el juego. El Atlético de Madrid, sin encerrarse, vivía cómodamente en su campo, a la espera de que un error blanco le diera una oportunidad de hacer daño.

Y el error llegó. A los diez minutos, Di María se hizo un lío con el balón en una zona en la que al Atlético de Madrid no se le puede dar ni media oportunidad: en el balcón del área propia. Filipe le robó la cartera al rosarino, se la cedió a Koke y éste encontró a Diego Costa, que batió por bajo a Diego López.

Octavo gol en lo que va de temporada para un Diego Costa que en estos partidos se encuentra como pez en el agua. Es decisivo y encima disfruta en la refriega continua como un niño con zapatos nuevos. Y eso que en este partido recibió más de lo que provocó. Incluso se llevó un feo pisotón de Arbeloa en la primera parte. Pero nadie disfruta tanto con esos pequeños roces como el brasileño. Si por él fuera, jugaría derbis todas las semanas. Seguro.

Tras el gol, el guión no cambió. El Real Madrid generaba peligro por su calidad, pero no se mostraba superior al rival. Dos cabezazos de Benzema (uno fuera por poco, y otro parado por Courtois) fueron todo el bagaje ofensivo del Madrid en la primera parte. El Atlético, mientras, a lo suyo, a presionar y a hacer daño bien tras robo o bien a balón parado.

Precisamente en dos córners, Tiago y Gabi erraron incomprensiblemente dos cabezazos que hubieran supuesto poco menos que la sentencia del partido. A Tiago se le hizo demasiado largo el momento entre que llegó el balón de Koke y tuvo que cabecear y su balón se perdió en la grada; Gabi simplemente se encontró con Diego López.

DEBUT INSULSO DE GARETH BALE

Ancelotti reaccionó tras el descanso. El italiano quitó a Illarra y a Di María para dar entrada a Modric y a Gareth Bale. El galés estuvo voluntarioso en su debut en el Bernabéu pero salvo un par de arrancadas por la banda derecha no creó excesivo peligro. Su entrada tuvo un componente anímico en los primeros compases para una afición que abroncó a su equipo en muchas fases del partido como no se veía en el Bernabéu posiblemente desde la última eliminación en Champions en octavos de final.

Ancelotti cambió de jugadores y además cambió su 4-4-2 por el 4-2-3-1 con el que el Madrid jugaba los años de Mourinho. Pero, aún así, el guión permanecía inalterable. El Real Madrid seguía sin generar peligro a un Atlético de Madrid que estaba perfectamente plantado en el campo para defender. Dos líneas de cuatro y Diego Costa y Villa más adelantados. Basculación y ayudas en todos los lados del campo con Koke y Arda Turán como ejemplos maximizados del esfuerzo rojiblanco por tapar todos los huecos. Gran partido de ambos ayudando a su centro del campo.

Defensa casi perfecta y una contra para sentenciar. La tuvo Diego Costa al cuarto de hora de la segunda parte en una contra pero entre Diego López y un error del brasileño en la conducción tampoco sentenció el Atlético de Madrid en esa acción. Ese fallo espoleó (ligeramente y durante poco tiempo) al Madrid, que con más corazón que juego estuvo cerca del empate en alguna ocasión, especialmente en una acción doble que protagonizaron Cristiano con un disparo envenenado que paró Courtois y Modric que voleó ligeramente desviado el rechace.

En los últimos minutos se vio la parte más atractiva del partido, al menos para el espectador neutral. El Madrid tuvo cerca el empate en dos acciones de Morata y el Atlético pudo sentenciar (una vez más) en un balón que Koke envió al larguero.

El centrocampista atlético fue uno de los mejores del choque y estuvo cerca de poner la rúbrica perfecta a un gran partido. No lo hizo pero el Atlético de Madrid ganó, 14 años después, un partido de liga al Madrid en el Bernabéu y ya puede decir sin complejos que es un aspirante al título de liga.