La entidad asiática es propiedad de seis accionistas, entre los cuales Jun posee la mayoría con un 28.5 por ciento del total. El problema es que cuando él ingresó en la junta directiva del equipo, en 2007, llegaron a un acuerdo mediante el cual se le garantizaba que si invertía más de 26,5 millones de dólares (unos 20 millones de euros), pasaría a controlar el 70 por ciento de la entidad.
Sin embargo, el magnate asiático lleva invertidos más de 90 millones de euros en los últimos cinco años, mientras que su porcentaje de posesión del club sigue en 28.5, por lo que ha comunicado al resto de accionistas que o se cumple el trato o dejaría de poner dinero en el equipo, por lo que los salarios de muchos jugadores, entre ellos los dos ex delanteros del Chelsea, serían imposibles de pagar.
Solo entre el ariete marfileño y el galo ganan a la semana 300.000 dólares (unos 280.000 euros), por lo que sí Jun dejara de seguir pagando los cheques, el club se vería obligado a vender a sus dos estrellas para poder seguir atendiendo a las necesidades económicas del equipo.
Desde dentro del Shenhua han mostrado su preocupación por la situación. "Está siendo molesto y está teniendo un efecto negativo en muchas de nuestras tareas. El mayor problema es que la operación y la financiación del club no pueden llevarse a cabo con normalidad. La situación financiera se ha convertido en un cuello de botella para el desarrollo del Shenhua", explicó un dirigente del equipo.
Y es que a pesar del fuerte desembolso en este equipo, solo son décimos en la Super Liga China, de dieciséis equipos, en la que solo han logrado 20 puntos en 27 partidos y se encuentran a 20 puntos del líder de la clasificación.