El árbitro francés Clément Turpin suspendió durante unos minutos el partido entre el Feyenoord y la Roma, después de que se lanzaran al terreno de juego varias bengalas y un plátano hinchable gigante, dirigido presuntamente para el delantero marfileño del conjunto italiano, Gervinho. El duelo terminó con victoria de los italianos por 1-2, anotando precisamente el delantero africano el tanto decisivo.
"Tenemos que reconocer que alrededor de las rondas previas de los partidos han sucedido escenas de violencia y racismo dentro y fuera de los estadios que ni la UEFA ni ningún buen aficionado al fútbol puede tolerar", señaló Gianni Infantino, secretario general del organismo, antes de proceder al sorteo de los octavos de final de la Europa League.
El directivo aprovechó la ocasión para hacer un llamamiento "una vez más a todas las partes interesadas para unir y hacer todo lo posible para poner un punto y final a todas estas feas escenas" que la UEFA no quiere ver "más" en los estadios.