"Sí, por supuesto, todo es posible. No habría ningún problema", señaló en una entrevista al canal francés TF1, en la que aseguró que tras superar unos meses en los que los acontecimientos le han "tocado un poco" en estos momentos se siente "mentalmente muy bien". "Ahora quiero centrarme en el fútbol", expresó.
Por otra parte, el mediapunta del Olympique de Lyon indicó que espera dejar atrás sus problemas físicos, aunque aún tiene "molestias", y poder cumplir el sueño de ganar la próxima Eurocopa en su país, en la que no se ve "ni por un segundo" fuera. "La Eurocopa es el objetivo que tenemos desde hace dos años. Nos hemos preparado y no veo la razón para no disputarla. La guinda del pastel sería ser campeones de Europa en casa", manifestó en su primera entrevista tras el escándalo.
Además reconoció que fue "un shock" cuando el pasado mes de noviembre el seleccionador galo, Didier Deschamps, no le convocó para disputar varios duelos con Francia. "Luché por aceptarlo. Cuando se anunció, para mí fue un shock", recordó. "Yo era una víctima y, por tanto, estaba siendo penalizado dos veces", aseveró, aunque explicó que entendió la decisión del entrenador después de hablar con él.