"Vestir de amarillo en el Tour es algo que no puedes dejar pasar. Este año se ha dado así. Tenemos que estar al cien por cien motivados, sin ponernos presión sobre nosotros mismos, pero conscientes de que el liderato está en juego. Veremos a ver qué pasa", manifestó el de Isla de Man.
"Un velocista puro puede mantener el liderato un día, pero creo que la segunda etapa también terminará con un sprint masivo por lo que es posible que pudiera aguantar el maillot amarillo hasta el tercer día", comentó el británico, que totaliza 23 victorias de etapa en el Tour.
Cavendish, que está contento por tener "un equipo fuerte", reconoció que una de sus principales preocupaciones será la dificultad añadida con los caminos estrechos que ha programado la organización. "En verdad creo que puede ser muy peligroso. El pelotón siempre está nervioso al comienzo y suele haber accidentes", afirmó.
Además, el británico lucirá el maillot de campeón de su país, algo que le produce "mucho orgullo". "Será un honor llevar el jersey de mi país. Soy patriota y me siento muy feliz por llevar esta camiseta", finalizó Cavendish, que tiene "como objetivo claro" terminar con el maillot verde la regularidad.