El año pasado produjo más de 270 millones entre derechos sobre los contenidos audiovisuales, mercadotecnia, entradas para asistir a grandes eventos y patrocinios de grandes marcas. Además, se estima que existen más de 200 millones de aficionados a los deportes electrónicos.
ESL Expo Barcelona será la oportunidad de ver a los jugadores favoritos y de vivir la pasión de la alta competición a un nivel equiparables a la final de la Liga de Campeones o del Mundial de fútbol.
La llegada a España de un evento de estas características supondrá, según el Brand Manager de ESL España, Eider Díaz, el comienzo de una nueva etapa en el país para los eSports. "ESL Expo Barcelona impulsará el ecosistema nacional ofreciendo grandes oportunidades, no sólo a las marcas sino también a los talentos profesionales que actualmente buscan desarrollar su carrera al tiempo que dan rienda suelta a su pasión", dijo.
El evento permitirá, según Díaz, potenciar este gran mercado, ya altamente expandido a nivel internacional, en España, donde ya se supera el millón de espectadores únicos en Twitch y cuatro millones de reproducciones entre Twitch y YouTube, según datos de ESL TV España.
El mayor evento de la pasada temporada, las finales mundiales de Intel Extreme Masters en Katowice (Polonia), rompió todos los récords alcanzando cifras millonarias de cualquier programa de TV, con un pico de 2.300.000 usuarios únicos concurrentes y una audiencia acumulada de 35 millones de espectadores a lo largo de los cuatro días.
Al igual que el fútbol o el béisbol generan ventas en tiendas de equipamiento deportivo, televisiones u otras marcas, el ecosistema que hay tras los eSports supone una enorme oportunidad para las marcas que buscan conectar con la generación digital y aporta una enorme visibilidad a aquellas que apuestan por este 'deporte'. De hecho en el sector de hardware orientado a videojuegos, superó el pasado año en Estados Unidos la cifra de 3 billones de dólares, solo entre los aficionados a eSports.
Muchos de los jugadores profesionales de los deportes electrónicos se han convertido en estrellas que aspiran, no sólo a cuantiosos premios, sino a alcanzar los salarios millonarios que ya disfrutan muchos deportistas de élite de otras disciplinas como el fútbol o el baloncesto.