El presidente de la Real Federación Española de Natación, Fernando Carpena, se muestra feliz por, sobre todo, el cambio ofrecido en los Juegos de Londres, sobre todo en la modalidad de piscina, donde se pasó de un solo finalista en Pekín, Aschwin Wildeboer, a dos medallas, ambas de Mireia Belmonte.
"Lo que ha cambiado desde Pekín es que, fundamentalmente, hemos trabajado de una manera más ordenada, coordinando y uniendo esfuerzos y no separándolos, y todo eso al fianl tiene su fruto. Todo ello unido a la transparencia en la información y a criterios técnicos muy estrictos", aseveró Fernando Carpena a Europa Press.
De todos modos, se congratuló de la "irrupción absolutamente inesperada" del waterpolo femenino, plata en Londres. "Aunque a medida que nos acercábamos a los Juegos hemos visto que estaban arriba", aclaró.
El dirigente reconoció que la primera medalla, la de plata lograda por Mireia Belmonte en los 200 mariposa, la vivió como "una liberación". "No tanto por mí, sino sobre todo por Mireia y los deportistas", confesó.
"Hemos ido con cinco disciplinas, hemos conseguido medalla en tres y en aguas abiertas hemos logrado un diploma olímpica con Erika Villáecija y en saltos de trampolín que hacía más de 20 años que no entrábamos en una final, también hemos entrado con Javier Illana, así que muy contento y satisfecho", opinó sobre la actuación de sus deportes.
Sin embargo, no quiere calificar Londres como los Juegos de la natación. "Han sido los Juegos de todos, evidentemente la natación ha tenido su parte importante en los logros que hemos conseguido, y han sido desde un punto de vista inmejorables y estoy satisfecho a tope", subrayó Fernando Carpena.
Ahora, el siguiente objetivo es el año que viene con los Mundiales de Barcelona. "El objetivo inmediato es Barcelona 2013, pero en el avión ya pensaba en Río", reconoció. "Nadamos en casa, jugamos en casa y vamos a hacer lo imposible por superar incluso lo que hemos hecho ahora", sentenció.