Desangelada era la imagen que ofrecía para este encuentro la pista del Horse Guards Parade, ya que el partido carecía de cobertura televisiva y de gradas, por lo que los aficionados no podían acceder para animar, como viene siendo habitual a la pareja de jugadores, estando sólo algunos privilegiados como algunos de los miembros de la selección de balonmano.
Conscientes de lo que había en juego, el duelo se volvía muy parejo, aunque los primeros en conseguir abrir distancias en el marcador fue la pareja nipona (8-10), pero el dúo español tiró de casta para dar la vuelta al marcador (18-15), consiguiendo dominar el marcador para adjudicarse el primer set (21-19).
La veterana pareja japonesa, a priori los rivales más asequibles del grupo de clasificación, no daban por perdido el duelo y llevaban las riendas del encuentro (10-12). De nuevo, remontando Herrera-Gavira ajustaban el marcador (18-18) aunque el castellonense renqueaba de su lesión en la rodilla.
Sin embargo, el dúo español, que quería emular a la pareja femenina española, se rehizo para disponer de dos bolas de partido, que le valieron para adjudicarse el encuentro y sellar su billete a la lucha por las medallas de los Juegos Olímpicos.