El deportista llegó a la localidad chilena de Copiapó después de más de un mes de aventura iniciada en Arica (Bolivia), en un recorrido que ronda los 1.751 kilómetros. El aventurero de 22 años culminó así una nueva machada sobre dos ruedas, después de alcanzar el Polo Sur, atravesar el lago Baikal sobre hielo, Australia en diagonal, la cordillera del Atlas marroquí o la selva amazónica anteriormente.
"Lo que más me alegra es que he logrado superar las condiciones extremas de este desierto. Muchos habitantes locales me han comentado que es la primera vez que veían personas en bicicleta por estos lugares, lo que me hace estar muy orgulloso", comentó el asturiano, exhausto por el esfuerzo realizado a la par que feliz por la heroicidad completada. Además, Juan se animó a celebrar su hito escanciando un culín de sidra en pleno Copiapó en honor a su tierra natal.
Junto a las temperaturas extremas propias del desierto, la falta de oxígeno propia de la altura a la que se encuentra el paraje --un máximo de 5.200 metros- y la escasez de agua, la cual tuvo que rellenar progresivamente en ingentes cantidades de botellas, fueron las principales trabas de 'Juan Sin Miedo' en un lugar inhóspito de la Tierra.
Durante la etapa, el ciclista contó únicamente con la compañía de un equipo monotorizado para conocer su posición en cada instante por motivos de seguridad, viéndose obligado a abastecerse de pozos de agua y de comida en los pequeños núcleos urbanos existentes durante el trayecto.