El catalán, piloto probador de Ferrari, acude a esta cita después de sustituir al lesionado Timo Bernhard en el Audi R18 Ultra desde la segunda carrera del Campeonato del Mundo de Resistencia (WEC) en Spa-Francorchamps, en la que ganó.
Además, el ganador de la carrera francesa con un Peugeot 908, compartirá volante con los franceses Romain Dumas y Loïc Duval, que intentarán dar la sorpresa y quedar por delante del nuevo arma de Audi, el nuevo R18 e-tron quattro, conducido por el galo Treluyer, el suizo Fässler y el alemán Lotterer, que ayer consiguieron la 'pole' con un tiempo de 3:23.787, dos segundos más rápido que la del 2011.
Con este nuevo vehículo, la marca de los cuatro aros ha dado un paso más en innovación en automóviles de competición híbridos. Este modelo posee un motor híbrido diésel TDI de 510 cv, con tracción quattro y un sistema de recuperación de energía instalado en el tren delantero que almacena energía cinética en la fase de frenado.
Desde 2004, sólo el Peugeot 908 del catalán ha arrebatado el dominio de la cita gala a Audi, y se prevé que continúe esta hegemonía. Además, las posibilidades de lluvia podrían beneficiar a los coches alemanes con su tracción a las cuatro ruedas.
A pesar de ello, los otros grandes favoritos son los Toyota TS030 Hybrid. Otro modelo híbrido, aunque de gasolina, que destaca por tener dos propulsores eléctricos y un sistema similar al de Audi para la recuperación de energía en frenadas.
La salida de Peugeot del circuito de resistencia para centrar sus esfuerzos en los coches de calle ha quedado cubierta por la marca japonesa, que ha colocado el coche de Davidson, Buemi y Sarrazin en la segunda fila de la parrilla, a poco más de un segundo del mejor tiempo, y que tendrá como objetivo conseguir un podio difícil entre los todopoderosos Audi.