Cascos ha acudido a la planta gijonesa acompañado de la alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón, el concejal de Desarrollo Económico y Empleo, Fernando Couto, y el director de la Agencia Local de Empleo, Pelayo Barcía, para cumplir así con el compromiso dado en su día de celebrar la noticia de la reapertura, si esta se daba, con todos los trabajadores. Para ellos ha traído bollos preñados chorizo y queso, refrescos y aguardiente de sidra para brindar, al que comparó con el Calvados, que etimológicamente quiere decir "salvados", según él.
En este sentido, ha abogado por "extraer lecciones" de todo lo aprendido, al tiempo que ha tenido un sentido recordatorio para las familias de los trabajadores, que "han sufrido día a día" desde el anuncio de cierre de la fábrica.
También ha llamado la atención sobre que la plantilla de Tenneco, en lugar de solo reivindicar cosas a los demás, demostró fe en ella misma y la ha contagiado al resto. "El camino de la resignación es de corto recorrido", ha incidido, al tiempo que ha animado a empezar por uno mismo haciendo el máximo esfuerzo para lograr lo que se busca.
Asimismo, ha remarcado que en todo ese tiempo son dos las fechas señaladas que no se podrán olvidar: el pasado 14 de febrero, cuando se dictó la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA) que obligaba a readmitir a los trabajadores; y la del pasado 15 de abril, cuando el comisario europeo Antonio Tajani informaba en un 'tweet' que la empresa había decidido reabrir la planta de Gijón.
Dos momentos, según él, que será difícil que se vayan a reproducir algún día, aunque sería lo deseable a su parecer. A este respecto, ha resaltado el amparo de los tribunales a una solución formal y de futuro para la empresa.