En un encuentro con prensa española en el Salón Internacional del Automóvil de Ginebra, Stackmann explicó que la presentación de este documento coincidirá con la conferencia anual de resultados de la empresa y afirmó que será detallado y concluyente, en relación con lo que ha sucedido y con las personas involucradas en dicho asunto.
El directivo, que resaltó que el principal objetivo de la compañía en 2016 será recuperar la confianza de sus clientes, apuntó que están investigando el porqué se hicieron las cosas mal, al tiempo que determinarán las personas que estuvieron envueltas en el problema de las emisiones y tratarán de cambiar todo lo que sea necesario para que no vuelva a suceder nada parecido en el futuro.
Además, recordó que la compañía ha provisionado 6.700 millones de euros en relación con el problema con el software, aunque resaltó que no hay una estimación específica del coste que tendrá la revisión de los vehículos con los motores de 1.2, de 1.6 y de 2.0 litros TDI y destacó que en el caso de que se haga una actualización se dará a conocer en el segundo trimestre, cuando se presenten los libros definitivos.
Por otra parte, aseguró que la compañía ha encontrado unas soluciones técnicas que han sido aprobadas por la autoridad alemana KBA y que se están implementando en los modelos afectados en Europa, en un proceso que se prolongará durante casi la totalidad del año actual. Así, afirmó que este proceso permitirá devolver a los clientes su vehículo en las mismas condiciones en las que lo adquirió y servirá para que cumpla la normativa sobre emisiones.
Así, Stackmann destacó que hasta el momento se han revisado unas 10.000 unidades del modelo Amarok con el propulsor de 2.0 litros, en una operación que requiere alrededor de media hora en el taller y que en algunos países se denominará llamada de revisión y en España, campaña de servicio, a través de la que los vehículos no verán modificadas sus prestaciones. Más adelante se revisará el Passat con el mismo motor.
COMPENSACIÓN.
El ex presidente de Seat apuntó que en Europa la compañía no tiene previsto compensar económicamente a los clientes europeos por el problema de las emisiones, como sí ha hecho en Estados Unidos, ya que la situación en los dos mercados "es completamente diferente", dado que en Europa se han definido las soluciones técnicas que supondrán un paso por el taller de unos 45 minutos.
"Los clientes de ambas regiones tienen el mismo valor, pero el mercado es diferente", aseguró, al tiempo añadió que los consumidores en Estados Unidos optan por los diésel por temas de tecnología y pagan más por el combustible. Además, se produjo una parada de ventas desde que surgiera el problema, lo que ha generado "una exposición social".
En cuanto a los rumores de una posible salida de la empresa del mercado estadounidense, Stackmann afirmó que Volkswagen cree en su filial en el país y subrayó que la corporación quiere estar y estará en dicho mercado. Además, apuntó que la compañía ha comprometido grandes inversiones en el país y cuenta con una gama de producto "en buena forma".
Sobre la posibilidad de que la firma Volkswagen fabrique un modelo en la factoría de Seat en Martorell (Barcelona), el directivo explicó que sólo son especulaciones y destacó que la fábrica catalana tiene "suficiente trabajo entre manos".
El directivo afirmó, a su vez, que el grupo está llevando a cabo una reorganización, a través de la que las marcas cada vez tendrán más independencia de la matriz, lo que acelerará la toma de decisiones y los procesos. Igualmente, indicó que también se está reforzando el enfoque regional y la apuesta por modelos todocamino y por la electrificación, con una nueva plataforma para vehículos 100% eléctricos.
"Después de lo sucedido en los últimos cuatro meses, vemos el entorno actual como catalizador para poner el enfoque correcto y la energía adecuada en el futuro de la compañía para refrescar realmente Volkswagen como marca", añadió.