"El cambio no fue muy difícil. En la Vuelta de 2008 hice una buena general y me abrió los ojos, que podría luchar por estar en lo más alto en una gran vuelta. Fue un gran año y en el que empecé a decidir mi marcha y coger la responsabilidad de un equipo. Tenía un año más de contrato con el Caisse d'Epargne, pero desde principio de año empecé las negociaciones con el Katusha", indicó 'Purito' en los 'Desayunos Deportivos de Europa Press', patrocinados por Repsol, Liberbank y LAE.
De todos modos, el catalán subrayó que "al principio" la jefatura de filas "pesa". "Tienes una responsabilidad grande, te piden cosas diferentes como cuando tu 'chip' te pide filtrarte en fugas y son momentos donde normalmente no tienes que entrar, cuando lo hacía antes. Tuve una gran suerte de hacer unas muy buenas París-Niza y Vuelta al País Vasco, que me dieron seguridad y me adapte rápidamente a ese rol", afirmó.
El de Paret del Vallés, cuyo apodo es "culpa" del exciclista Abraham Olano cuando llegó a la ONCE, recalcó que ha pensado "muchísimo" el haber perdido el Giro de Italia por 16 segundos. "Le he dado muchas vueltas, que donde fue el fallo, pero el deporte es así y no hay que mirar atrás, si cambias la historia a lo mejor no quedas ni segundo. Hay que pasar página, no pensarlo, ha ganado el más fuerte", admitió.
"Estuve diez días de líder, me llevé el maillot de la regularidad y salir de rosa el último día fue muy importante de cara a la prensa y el público. Me ha impresionado muchísimo como se me ha recibido, como si hubiese ganado", añadió al respecto.
ESPERA VOLVER A SER EL NÚMERO UNO DE LA UCI.
Su gran actuación en la 'grande' italiana le ha permitido liderar el ranking de la UCI, clasificación que ya ganó en 2010 y a la que da "importancia". "Acabar de número uno es muy importante, es un gran premio a la regularidad. Voy líder con más puntos que en 2010, y el camino es bueno para intentar revalidarlo. Si me sale una gran Vuelta y un buen cierre en San Sebastián y Lombardia puedo estar muy arriba y ojalá pueda volver a conseguirlo porque me dio mucho nombre", apuntó.
El catalán reconoció ser "siempre un enamorado" de las 'clásicas', "incluso en el campo amateur". "Cuando pasé a la ONCE no se me pasaba por la cabeza luchar por una gran vuelta sino que tenía el chip de los corredores italianos. Me motivaba ganar una desde que cogí galones, siempre luché por ganar una y me daba la sensación de que me estaba haciendo mayor y no me llegaba la posibilidad de ganar. El ganar la Flecha Valona fue espectacular", admitió.
De todos modos, aunque su favorita es la Lieja-Bastoña-Lieja, cree que la sensación de ganar una 'grande' es "más fuerte". "Son pruebas diferentes, la sensación de ganar la Lieja es que lo disfrutas en el último momento y es más fuerte, peor ahora he estado tan cerca de ganar un Giro, que te das cuenta de la fuerza que tiene esa carrera y de lo que mueve. Me veía ganador y la sensación de estar 20 días luchando por el triunfo y estar tan cerca, debe ser una sensación más fuerte", comentó.
El de Paret del Vallés, que cree que en los entrenamientos es "díficil conseguir" las sensaciones de la competición "sobre todo por la adrenalina y las ganas que tienes en una carrera", descartó que en Italia o Francia el público se más apasionado. "En España no nos podemos quejar, hay bastante cultura de ciclismo y hasta hoy jamás hemos tenido problemas. Cuando se llega al norte, la cultura por este deporte es espectacular y las carreteras se llenan fácilmente. Los italianos son más extravagantes, pero el aficionado es más respetuoso", confesó.
Finalmente, fue irónico al responder a una pregunta donde se decía que había pocos ataques en las 'grandes'. "Que simpático....", señaló con una sonrisa. "Ahora es complicadísimo, se va cada vez más rápido, se prepara la gente más profesional, van mejor preparados. Antes eran de cuatro o cinco, y ahora del primero al último y sólo asomarte a la cabeza ya es complicado", sentenció.