"Viendo como está Nairo la victoria solo se puede escapar por la mala suerte más que lo que puedan hacer sus rivales. En la crono se puede perder una diferencia y queda el sábado con final en Aitana. Nadie está libre de un mal día, todo puede suceder. No es que nos fiemos, pero no podemos tener la tranquilidad de que está hecho. En absoluto. Si podemos trabajaremos en aumentar esta diferencia", explicó en rueda de prensa.
Unzué tuvo palabras de elogio hacia el maillot rojo, al que eximió de responsabilidad en el pasado Tour de Francia. "Es posible que el 'hashtag' del sueño amarillo nos condicionara pensando que íbamos al Tour para ganar, pero con su juventud cada carrera va a ser un máster, que es lo que más necesita. Sigue su progresión y ha aprendido más del Tour este año que si lo hubiese ganado. La base es más amplia y la experiencia este año es muy interesante", resaltó.
Tras la provechosa etapa dominical que coronó en lo alto de la clasificación a su ciclista, el director analizó lo sucedido resaltando también el protagonismo de Alberto Contador (Tinkoff). "Fue una etapa de menor dificultad, pero estos trazados invitan a que ocurran cosas de este tipo y ya sabemos que a Contador le gusta improvisar. Sabíamos que podía dejar su seña de identidad, por eso estábamos atentos. Por fortuna nos permitió tener una ventaja para ver que es más posible el objetivo final", indicó.
Del exitoso final en Formigal, el navarro mostró su "sorpresa" por la poca respuesta del equipo liderado por Chris Froome, aunque señalando la circunstancias del momento. "Hay que contar que la anterior fue una etapa muy dura con mucho calor. Llegamos de noche al hotel y es difícil recuperar a los chavales. Se dan una serie de circunstancias que puedes llegar a creer que es debilidad pero yo no lo llamaría así. Fue algo muy particular", analizó.
Pero más allá de mirar a sus principales competidores, Unzué ensalzó la labor de los suyos. "Sinceramente estamos muy bien y gozando de un estado anímico superior porque nos están saliendo las cosas. Estamos líderes, se consiguió una brillante etapa y se consolidó el maillot rojo. Tanto en la fuga con Rubén y Castroviejo que estuvieron inmensos y el resto detrás. Esperamos poder controlar todo lo que se nos presente que seguro viviremos momentos difíciles", manifestó.
Por otro lado, también abordó la polémica admisión de los 93 ciclistas que cruzaron la línea fuera de control. "Es verdad que deberían estar fuera, creo que fue una decisión inmerecida por el grupo porque bastantes corredores se empeñaron en ir más lentos. Pero si esto no sirve como precedente para que la UCI tome decisiones fuertes puede ser muy peligroso. Creo que no se debe repetir", comunicó.
Pese a su tajante mensaje, excusó en parte la tardanza del grupo por el exigente recorrido. "Sé que las etapas llanas son aburridas pero sirven para recuperar el físico de los equipos, no se puede pretender que todo el día se vaya a 40 km/h con esta orografía y calor. La carrera va loca porque todos la interpretan como una oportunidad para ganar y hacer fugas. La espectacularidad no puede ser todos los días y la Vuelta a España llega en el octavo mes de la temporada", concluyó.