"No discutimos nada, simplemente nos saludamos. Ya está solucionado, ya hemos pasado por ello. Ahora es momento para el US Open, que comienza en dos días", ha afirmado Woods, quien aseguró en un primer momento que Sergio García "no se había disculpado" por "falta de tiempo".
El apretón de manos del martes por la mañana fue sólo el primer paso, según explicó el golfista castellonense que entregó una nota al californiano. "Es algo personal para Woods. Si él quiere hacerlo público yo no tengo ningún problema, pero no creo que deba ser yo quien lo diga", indicó García.
"Todos hemos cometido y cometemos errores. Lo más importante es aprender de ellos. Los errores te hacen ser mejor persona. Sé que pude dañar a mucha gente y eso no me hace sentir bien. Pido perdón por lo que pasó", incidió.
El controverso comentario tuvo lugar el pasado mes de mayo durante una cita del Tour Europeo de Golf. Tras una jornada de competición en donde Woods había incitado al público a presionar a García, el español fue preguntado si cenaría con él.
El golfista de Borriol respondió afirmativamente diciendo que serviría pollo frito, comida que resulta ser un símbolo de racismo al ser asociado históricamente como la base de la alimentación de los esclavos afroamericanos en Estados Unidos.