El quinto cabeza de serie en Nueva York, uno de los llamados a romper el monopolio de los mejores del mundo, se vio apeado de un Abierto estadounidense que se le resiste tradicionalmente, con octavos de final como tope. El pupilo del entrenador español Carlos Moyà, quien había alentado a su alumno con el final del 'Big Four', se impuso ya con problemas en el primer set.
La victoria parcial en la muerte súbita no cortó las alas a un Harrison que inició la remontada de su vida. El jugador local, empujado por el gran ambiente de tenis a su favor, supo romper en dos ocasiones al cañonero canadiense para igualar el encuentro. Pese a comenzar cediendo su saque, Harrison obró el milagro.
El jugador yanqui, número 120 del mundo, que ya ganó a Raonic hace cinco años en Indian Wells, dio la vuelta al tercer set y en el cuarto barrió a un rival contrariado para alcanzar por primera vez la tercera ronda de un 'Grand Slam'. La despedida del reciente finalista en Wimbledon es la mayor sorpresa en Flushing Meadows tras cuatro días de competición.