Nestor y Stepanek comenzaron dominando , y con un gran juego cerca de la red lograron presionar el servicio de sus rivales en los primeros juegos. Ello dio sus frutos: en el cuarto juego del partido ya habían conseguido el primer 'break' del encuentro. Mantuvieron el nivel en los siguientes juegos, con una concentración que les sirvió para salvar el único momento comprometido al que se enfrentaron en la primera manga, salvando una bola de rotura que les permitió llevarse el set por 2-6.
No obstante, la pareja formada por Soares y Murray no se vino abajo y algo cambió en el segundo parcial. Ya en el tercer juego, con servicio de Stepanek, pudieron llevarse el primer 'break del partido', pero finalmente el tenista checo pudo mantener el servicio. Fue en el siguiente juego al resto, con 2-2 en el marcador, cuando precisamente dos errores de Radek Stepanek condenaban a su pareja y facilitaban el camino de Soares y Murray en el segundo set.
Sus primeros servicios se convirtieron en un auténtico seguro de vida en un parcial donde no sufrieron. Con un 93% de eficacia, el brasileño y el escocés fundamentaron su juego en este aspecto y no cedieron ningún punto de rotura más en la segunda manga.
Ya en el tercer y definitivo set, el encuentro se rompió con el 3-2 favorable a Soares y Murray, cuando lograron romper el servicio de Radek Stepanek. No obstante ambas parejas se la jugaban y no podían desperdiciar ninguna oportunidad.
Así resurgió, de nuevo, el tenista checo, que enmendó el error y privó a sus rivales de cerrar el partido, empatando a cinco juegos con un 'break'. Fue en ese momento cuando Soares y Murray sacaron sus mejores golpes y ganaron con facilidad los siguientes dos juegos que les alzaban con su primer Grand Slam como pareja.
Esta era la primera final de Bruno Soares en un Grand Slam; no así la de Jamie Murray, que perdió el año pasado en Wimbledon y en el US Open junto a su anterior compañero, el australiano John Peers.