Esteban Méndez aún no ha sentido de cerca la adrenalina de un Gran Premio pero sabe que su 'paraíso' camina sobre cuatro ruedas. La segunda edición de las becas Fernando Alonso dará de nuevo la oportunidad a doce ingenieros españoles de vivir la misma experiencia.
Los responsables de la beca confiesan que esta iniciativa no ha sido flor de un día y que invierten su energía en dar continuidad a esta apuesta. Ángel Marcos, director de comunicación de Cajastur, sabe que llegar a ser ingeniero de alta competición es un camino largo y difícil. "El master Motorsport es sólo un paso más y en Oxford están muy contentos con todos los españoles. Los chicos son muy dinámicos y absorben muy bien todos los contenidos", explica Marcos.
"Cómo en cualquier actividad donde el mercado es limitado y elitista, el mundo de la F1 es muy difícil pero sin el master de Oxford es casi imposible llegar", relata Ángel Marcos. Esteban Méndez también es muy consciente de la distancia que le separa del 'gran circo'. "Para llegar a ser ingeniero de pista necesitas foguearte años en la Fórmula 3 hasta que un equipo se fije en ti", advierte este aspirante a ingeniero de pista.
El viaje de Esteban comenzó en Septiembre. En ese momento llegó a Oxford para convertirse en todo un especialista en aerodinámica, telemetría o neumáticos. Ahora, crea un híbrido para la Formula Student, una competición entre cuatro universidades de EEUU, Alemania, Inglaterra e Italia. Su próxima parada es Silvertone donde probarán por primera vez el coche.
El joven asturiano está en muy buena posición en los informes de Oxford Brookes, según comenta Ángel Marcos. Esteban Méndez reconoce ver posibilidades para formar parte de una escudería pero remarca que todo depende del precio que uno esté dispuesto a pagar. Aún así, sabe que la distancia es abismal. "El salto es enorme. La Fórmula 1 es una burbuja. Los equipos son muy herméticos, tienen grandes secretos que guardar sobre los coches y buscan gente muy especializada".